THE LOAN 贷款 KOOKTAE [PAUSADA]

CHAPTER 11

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기억;

'CAPÍTULO ONCE'

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mood, sbksbk.

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JungKook se paseaba por las calles de Seúl con ningún rumbo en específico, no hace mucho había logrado todo lo que alguna vez soñó y eso lo llenaba de felicidad, había escuchado que algo como la felicidad era algo efímero, y sí, es verdad, pero en esos momentos no quería prestarle mucha atención a ello. Entró a la universidad de Seúl, tiene su propio piso en el área central de la ciudad, con una vista increíble y espacio de sobra junto a un trabajo de medio tiempo muy bien pagado. Tanto su familia como él se sentían orgullosos, todo el esfuerzo sirvió en demasía, solo esperaba poder conseguir un buen puesto en aquella empresa BH Corporations y su vida estaría realizada.

La brisa en su rostro golpeaba, el frío por debajo de sus prendas entraba dándole escalofríos en cada rincón de su ser, el cual era abrazado por capas de prendas oscuras y su cabello azabache siendo cubierto por el gorro negro que abrigaba su cabeza, el olor característico de la ciudad mezclado con el smoke de contaminaciones pura llegaba a sus fosas nasales haciéndolo sonreír como un bobo, ah... ¿Qué más podía pedir?

Sus pies inconscientemente lo llevaron a un parque, el parque central de Seúl, aquel en donde todas las familias y parejas de enamorados pasaban sus tardes jugando, charlando o incluso dando demasiadas muestras de afecto, pareja... después de aquella tóxica relación que tuvo con JiEun, una compañera de su antiguo trabajo, perdió completo interés por mantener alguna relación. 

El amor dolía más que la muerte, ardía más que el infierno y quemaba más que el agua bendita en su frente. Bueno, no exactamente, pero se entendió.

Estaba por tomar asiento en una de las bancas cuando, a lo lejos, una cabellera totalmente rojiza intensa llamó su atención, llevó su anatomía con ayuda de sus pies al lugar en donde se encontraba aquella manzana roja —como él le llamó— y se arrodilló a su lado un poco curioso por el chico a su lado, no siempre se veía a alguien con una cabellera tan peculiar y un conjunto del mismo color que esta en un parque que a estas horas de la noche estaba casi vacío buscando algo en la hierva con no más que una pequeña linterna.

—¿Se te perdió algo, manzanita?

Interrogó con diversión sobresaltando al chico de cuclillas que hasta ahora no había notado su presencia, al parecer estaba muy ocupado buscando algo en el pasto que todo a su alrededor desaparecía. El pelirrojo alzó su cabeza y sus ojos avellana se toparon con los oscuros orbes del azabache, este le sonrió alzando una mano y sacudiéndola en forma de saludo, el chico con complejo de manzana devolvió tímidamente la sonrisa y asintió sintiendo sus mejillas arder, ¿Dios le había enviado un ángel?