Capítulo 7: Colisión

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Eiden

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Eiden

Despierto acalorado y desorientado, veo a mi alrededor, cosa que se me hace difícil pues una gran masa hace de mi cuerpo su prisionero. Recuerdo haberme quedado nuevamente dormido en brazos de Jayden luego de una larga sesión de caricias y besos, ninguno de los dos se atreve a dar el siguiente paso, pero ambos lo queremos y anhelamos.

Con mucho cuidado salgo del agarre de mi mate para dirigirme al baño en busca de refrescarme un momento, admitiré que me siento raro, no podría explicar con exactitud lo que me sucede, pues lo que pensé era calor por el agarre de mi pareja no resultó del todo cierto. Frente al espejo mojo cuidadosamente mi cuello, sintiendo como el fuego en mi interior crece cada vez más, haciendo caso omiso al agua helada.

Aclaro mi garganta tratando de concentrarme, ¿qué me está sucediendo?, esto no es normal en mí, me siento... excitado.

Observo mi rostro levemente sonrojado junto a mis ojos brillantes, mi pecho se infla en busca de más aire pasando los minutos, hasta que caigo en cuenta de lo más obvio y probable en esta situación.

Mi celo se está haciendo presente.

Y como no, pues comenzando la adolescencia comienza en nosotros los celos, los cuales son controlados con constantes y distintos tipos de calmantes, en mi caso, mi primer celo hizo presencia a mis quince años, por suerte me encontraba con mis padres, y aunque fue mu vergonzoso, agradezco que hayan sido ellos y no algún desconocido, me trato con pastillas y si son mu efectivas, la pregunta es, ¿por qué no están haciendo efecto en este preciso momento? Pues fácil, las pastillas que ingiero son para quienes no han encontrado su otra mitad, en mi caso, estoy a pasos de él por lo cual las pastillas anularon su efecto.

Se me es imposible evitar un gemido, el cual retumba en todo el baño, mis manos tiemblan y creo que mis piernas no podrán sujetarme por mucho tiempo más. La humedad en mi ser cada vez se hace más notoria e incómoda, necesito a mi alfa. Dejo mi espalda deslizarse por la pared soltando jadeos, estoy llamando a mi alfa, con una clara invitación a que me devore, lo necesito, necesito que entre y deslice en mí, que me marque, que nos entreguemos el uno al otro.

No es necesario que pasen más de cinco segundos cuando la puerta del baño de abre dejándome ver unos ojos negros llenos de deseo, un pecho descubierto y agitado, un cabello desordenado, y como no su olor me descoloca aún más, verlo allí de pie, disfrutando de la vista, del verme sí, sufriendo por él, por el necesitarlo, pues no soy el único que necesita del otro, su aroma y miembro erecto me dan una clara invitación.

No hablamos, solo se acerca a mi hasta quedar a mi altura, no dudo y me lanzo sobre él, nos besamos de una forma desenfrenada, su boca hace lo que quiere con la mía, sus dientes muerden mis labios, nuestras húmedas bocas buscan cada vez más del otro como nuestras manos, mis manos recorren su cliente cuerpo, sintiendo como cada musculo se contrae a mi tacto al igual que su piel se eriza, me encanta causar este tipo de reacciones. Me sentó sobre él, en esta posición mi trasero siente todo su gigante miembro erecto, sus manos temblorosas, pero a la vez firmes sacan mi ramera dejando mi torso descubierto por el cual reparte besos llegando a mis pezones apoderándose de ellos, los chupa y muerde sin ninguna piedad, mis manos tiran de su cabello, no sé si podré soportarlo.

Deja descansar mis pezones dejando su rostro a centímetros del mío, sus manos se posan en mi estrecha cintura mientras muerde su labio, no tengo tiempo de procesar cundo me alza unos pocos centímetros dejándome caer en seco sobre su erección, mi mojada entrada choca con su miembro, ambos estamos con nuestros bóxer, pero eso no es impedimento para sus simulaciones de embestidas, deja caer mi cuerpo sobre el suyo, cada vez que caigo sobre su miembro un fuerte gemido se escapa de mí, acerco mi rostro al suyo rodeando su cuello con mis brazos, nuestras bocas se rozan, mientras sus suspiros y jedeos se encuentran con mis para nada silenciosos gemidos. Llega un momento en que mi excitación es tanta que ni siquiera soy consciente en qué momento me cargo me llevó a la cama como también que me encuentro sollozando y pidiendo por su pene, de una forma más explícita, que su pene se entierre en mí.

- ¿Quieres que me entierre en tu húmeda y apretada entrada? – sus labios besan mi abdomen bajo, abro mis piernas dando un mejor acceso mientras gimo como respuesta

No es necesaria una respuesta de mi parte pues de un movimiento nos despojó de la poca ropa que nos cubría.

- Hazlo, entiérrate en mí, márcame, hazme tuyo.

No hace falta nada más, para sentir su gran masculinidad adentrarse en mí, el estar húmedo ayuda y como no, el que seamos destinados, hace que mi primera vez no sea dolorosa, todo lo contrario.

Siento mi carne ser abierta por el mientras cada vez se adentra más y más en mí. Nos encontramos abrazados, en un mar de sudor, gemidos, besos y caricias. Al fin somos uno.

Sus penetradas se hacen cada vez más constantes, lo que comenzó suave termina siendo violento, me encanta, me encanta el sentirlo dentro de mi chocar una y otra vez contra ese punto que me hace gritar, cada estocada es un grito agudo de mi parte.

Llega un momento en el que siento como sus embestidas son cada vez más rápidas y mi interior de vuelve aún más apretado, separa su rostro del mío con su boca semiabierta como la mía, es tanto el placer que ni siquiera un suspiro sale de mí, agarro fuertemente las sabanas, temiendo romperlas. Veo como sus colmillos crecen un poco y como ataca la parte baja de mi cuello, mordiendo, el sentir como muerde causa un colapso en mi sistema, siento como mis gritos y gemidos pueden ser escuchados por todos lo que se encuentren en casa, mi interior es mojado por Jayden junto con unos pequeños gritos retenidos por su parte.

Se deja caer sobre mí, aún sin salir de mi interior, cuando luego de un rato logramos calmarnos. Nos abrazamos y besamos, ambos felices con nuestros corazones latiendo a su máximo dar.

Acabamos de entregarnos el uno al otro, desde ahora en adelante seremos uno, hasta la eternidad de nuestros días. 


¡Buenas! Luego de un muy largo tiempo al fin volví,  y volvimos con todo, así que a prepararse.  

Espero lo hayan disfrutado, voten y comenten, ¿qué les pareció? 

Nos volveremos a ver pronto. 

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⏰ Última actualización: May 22, 2019 ⏰

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