No les dieron tiempo a reaccionar. Cuando quisieron darse cuenta de que era una emboscada, ya era tarde.
Shinichi solo alcanzó a oír los disparos a su espalda, y con horror vio como los policías que se hallaban con ellos caían al suelo muertos. Por acto reflejo, Nakamori fue el primero en reaccionar, poniéndose delante para protegerles.
- ¿Qué demonios..? - comenzó a decir el inspector mientras sacaba el arma.
Los 5 hombres que habían disparado se acercaron a ellos.
- Si yo fuera usted, inspector, tiraría el arma. - habló uno de ellos. Era quien había dado la voz de alarma del hallazgo del cadáver - Está en minoría.
Con un gruñido de frustración, Nakamori hizo lo que le ordenaban. Shinichi entendió que había sido él quien había matado a aquel pobre policía, para crear una distracción y separarles del grueso de policías.
- Están locos. Mis hombres les detendrán. - amenazó Nakamori.
- No esté tan seguro. Fue una mala idea reunir a todos los agentes en una habitación con una única puerta de acceso...
- ¿Qué queréis? - exigió saber Suzuki - Si habéis venido por la joya...
- Puede quedarse su estúpida piedra. Queremos hacer un intercambio.
- ¿Un intercambio? - Suzuki no entendía.
- No necesita saber más. Ahora, uno de ustedes tiene que venir con nosotros. - los otros dos hombres levantaron las armas y se aproximaron- ¿Algún voluntario?
Ninguno de los cuatro hizo movimiento alguno. Permanecieron inmóviles y con mirada desafiante.
- ¿No? - aquel sujeto sonrió siniestramente - Bien, tendré que preguntarle entonces a las dos muchachas que esperan con los demás.
- ¡No! - exclamaron a la vez Suzuki y Kogoro.
- ¡Iré yo! - proclamó con voz firme Shinichi mientras daba un paso adelante.
- ¿En qué piensas, muchacho? - le increpó Kogoro - ¿Acaso perdiste el juicio?
- Busquen la manera de comunicarse con el exterior para que nos ayuden - les susurró Shinichi - Yo me las arreglaré.
- Vamos - le ordenó su secuestrador - Vosotros 3, llevarles con los demás.
Kaito había decidido regresar para comprobar que todo estaba bien, ya que un mal presentimiento le había dejado intranquilo. Ahora recorría los pasillos de la prisión, extrañado de no encontrar a nadie por el camino. ¿Dónde estaba todo el mundo? ¿Acaso era algún tipo de trampa para capturarle? Decidió volver a la sala de la joya.
Lentamente fue acercándose. Hasta él llegó sonido de pasos. Con precaución, y aprovechando que la esquina del pasillo hacia las veces de punto ciego, miró el origen de los pasos. Tres hombres armados conducían a Suzuki, Mouri y Nakamori a la habitación donde iba haber sido el robo.
- "¿No son aquellos los agentes encargados de las entradas? - pensó el mago, reconociendo los rostros de los hombres - Ya veo por esto no había nadie vigilando, no eran policías realmente".
Decidió seguirles a cierta distancia. La sala de la joya estaba cerrada y 4 hombres armados montaban guardia en la puerta. Al verles aproximarse, uno de ellos sacó una llave del bolsillo y abrió la puerta.
De ese modo, Kaito pudo ver que dentro de habitación estaban los policías reunidos. Empujaron a Nakamori, Suzuki y Kogoro dentro y cerraron de nuevo la puerta.Así que, aquellos individuos les tenían allí retenidos, y por eso no se había cruzado con un alma por el camino.
- "Un momento... ¿Dónde está Kudo? Estaba con ellos también..."
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CUENTA ATRÁS {Kaishin/Shinkai}
FanfictionKaito ya se esperaba que sucedería algo en cuanto Shinichi apareció. Al detective siempre parecería perseguírle la mala suerte. Pero ¿que se ofreciera como rehén para proteger a los allí presentes? eso le pilló de sorpresa. Ahora, ¿sus habilidades d...