Mientras el pensamiento no se una al propósito, no habráobra inteligente y efectiva. En la mayoría de las gentes la barcadel pensamiento va a la ventura sobre el océano de la vida. Lafalta de objetivo es un defecto, y tal desorientación no debeexistir si se quiere evitar catástrofes y destrucciones.Aquellos que no tienen un propósito primordial en su vida,caen fácil presa de las preocupaciones mezquinas, temores y aflicciones, todo lo cual revela debilidad y conduce, con la mismacerteza que las faltas premeditadas, (aunque por diverso camino) al fracaso, al sufrimiento, a la desgracia, pues la debilidad no puede persistir en un universo generador de energías.El hombre debe concebir en su corazón un propósito lícitoy dedicarse a su consecución; debe hacer de él el eje de sus pensamientos. Puede que dicho propósito sea un ideal espiritual obien un fin material, según el estado evolutivo del hombre alconcebirlo; pero, sea cual fuere, debe él centralizar toda su fuerzamental en el objetivo que se ha propuesto y hacer de éste sudeber supremo, dedicándose a alcanzarlo y sin permitir que suspensamientos se distraigan en fantasías efímeras, en inquietudes o imaginaciones. Este es el camino real que lleva al dominiode sí mismo y a la verdadera concentración del pensamiento.Aunque fracase una y otra vez en alcanzar la meta (como tieneque suceder hasta que haya vencido la debilidad) la fuerza decarácter adquirida será la medida de su verdadero éxito y formará un nuevo punto de partida hacia un futuro poder y triunfo. 22 JAMES ALLENLos que no están preparados para la concepción de ungran propósito, deben fijar sus pensamientos en el cumplimientoperfecto de su deber, por insignificante que su tarea les parezca.Sólo de este modo pueden congregarse y focalizarse los pensamientos, llegando a desarrollar resolución y energía, conseguidolo cual nada hay que no pueda llevarse a cabo.El alma más débil, conocedora de su propia flaqueza y convencida de esta verdad,—que la fortaleza de carácter sólo puededesarrollarse mediante el esfuerzo y la práctica,—así convencida,empezará de una vez a esforzarse, y sumando empeño con empeño, paciencia con paciencia, esfuerzo con esfuerzo, no cesará nuncade desarrol arse y llegará por fin a ser divinamente fuerte.Así como el que físicamente débil puede hacerse robusto,mediante una preparación paciente y cuidadosa, así el que tienepensamientos débiles puede convertirlos en poderosos, medianteel ejercicio mental.Dejar a un lado la indecisión y la debilidad y pensar conpropósito, es ingresar a las filas de los fuertes, que sólo ven en elfracaso uno de los senderos hacia el logro de la meta, que ponen a su servicio todas las condiciones, y que piensan vigorosamente, intentan intrépidamente y realizan sus fines con maestría.Una vez concebido el propósito, debe trazarse mentalmenteun camino recto hacia su realización y seguirlo sin mirar ni auno ni a otro lado. Las dudas y los temores deben excluirse rigurosamente; son elementos desintegrantes que quebrantan lalínea recta del esfuerzo, torciéndola y haciéndola ineficaz, inútil. Los pensamientos de temor y de duda jamás construyen yjamás pueden hacerlo; siempre conducen al fracaso. El propósito, la energía, el poder de acción, como todos los pensamientosvigorosos, cesan cuando la duda y el temor se introducen en lamente.La voluntad de hacer algo nace del conocimiento de quepodemos hacerlo. La duda y el temor son los grandes enemigosdel conocimiento, y el que los estimula, el que no los destruye,se contrarresta a sí mismo a cada paso. COMO EL HOMBRE PIENSA, ASÍ ES ÉL 23El que ha vencido la duda y el temor ha vencido al fracaso.Cada uno de sus pensamientos está aliado al poder; todas lasdificultades las aborda valientemente y las vence con sabiduría.Siembra sus propósitos con oportunidad y ellos florecen y producen frutos que no caen al suelo antes de su madurez.El pensamiento, unido intrépidamente al propósito, se hacefuerza creadora: el que sabe esto está listo para llegar a ser algosuperior a un simple atado de pensamientos vacilantes y sensaciones volubles; el que hace esto ha llegado a ser dueño consciente y talentoso de sus poderes mentales.
YOU ARE READING
Como un hombre piensa
RandomUna historia de James Allen, un filosofo britanico conocido por sus obas inspiradoras y poesia.