Ｐｒｏｔｅｃｔｏｒ『John Wick』

XVIII

Aquella noche especial había llegado, Sasha se encontraba en su habitación dándose los últimos arreglos para verde bien frente a su amor, John Wick.

Sasha

No sabía que ponerme. De verdad estaba más nerviosa ahora que cuando presente mi examen de admisión. Quiero impresionarlo mucho y más ahora. ¿Pero que podría darle una mujer como yo a un hombre como el?

Por otro lado, John igual se encontraba mirándose en el espejo acomodándose el cuello del traje y seguidamente la corbata. Noto aquellas cicatrices de su pasado.

John

Regrese a este mundo... Por ella. Mi deber era protegerla no amarla pero jamás pensé que tal ángel pudiera existir en este mundo tan podrido.

Salió de su habitación rodeado de un gran silencio y el cuál fue roto por sus pasos que se dejaban escuchar por todo el pasillo. Bajo del último escalón, dirigiéndose hacia la cocina y observo la mesa, la cuál se encontraba lista. Fue hacia el jardín y sonrió por unos instantes.

- ×-

Ya fuera de su habitación, se topo con el cachorro, el cuál tenía una rosa en su boca. Sasha lo tomo y este se hecho a correr ladrando.

— ¿Que le sucederá a Linda? — Se pregunto a si misma mientras miraba la rosa.

Se incorporo y fue hacia la cocina. Linda se acercó a ella jugando con su pie haciendo que la mujer mirase de nuevo al suelo y se percata que el camino hacia el jardín está lleno de pétalos de rosas.
Camino en dirección hacia el jardín y al llegar al jardín, vio a John encendiendo una vela; Este se percata de Sasha y le sonríe a lo que de igual manera le regresa la sonrisa.

— Se supone que comeríamos a dentro — Sasha tenía entre sus brazos a Linda y se acercaba a John.

— ¿Es una cita, no? — Pregunto arqueando su ceja y extendiendo la mano hacia ella.

Sasha bajo a la cachorrita y tomó la mano de John acercándose a él, sintiendo su aroma. Aquella aroma que tanto ama Sasha.
Se encontraban demasiado cerca uno del otro, llegando incluso a escuchar los latidos de sus corazones sincronizando se. La distancia había desaparecido entre ellos al punto de llegar a besarse.

— Quiero que esta noche sea maravillosa para ambos, Sasha. — Susurro el hombre para luego darle un pequeño beso en la frente.

— Con solo estar a tu lado, ya es maravillosa, John...

Entrelazaron sus manos, sintiendo la brisa en sus rostro y comenzando a bailar bajo aquel cielo estrellado.

Continuará...