Mientras caminaba vi aquel parque al que había ido tantas veces en mi infancia.
Me senté bajo de un árbol , el mismo en donde estuve con Kyo-kun aquella vez. Apoye mi cabeza en el tronco del árbol.
Después de mucho tiempo, aquel niño de cabello negro fue el único que me logro entender completamente. ¿Por qué me avergonzaba ir a saludarlo? Claro, es algo normal, solo amigos de la infancia , nada mas. Sin embargo, yo no lo deje despedirse adecuadamente. Si tan solo no fuera tan dramática. ¡Nos pudimos haber enviado cartas!
Pero ... ¿Por qué me importa tanto una amistad de infantes?
- Oye ¿me escuchas? - Alguien me saco de mis pensamientos
Era un chico de cabellos castaños y piel bronceada, alto y de ojos grises, el estaba sentado en el lugar de Kyoya y tenia un aire tranquilo, me recuerda a mi padre.
- Eh, ¿Qué sucede?
- Te estaba preguntando si estabas bien - me dijo con una expresión preocupada
-Si, estoy perfectamente , un poco pensativa , pero bien - le respondí mirando a los niños jugar
- Esta bien, te creere por ahora -me miro fijamente - Por cierto , mi nombre es Morinozuka Takashi, me puedes llamar como tu quiera, por cierto ¿cómo te llamas?
- Mucho gusto Mori-San, me llamo Koizumi Yurisa, me puedes decir Yuri - le dije con una amable sonrisa.
El asintió y cuando se disponía a hablar un chico que tenia la apariencia de un niño lo llamo.
-Ah, me tengo que ir. Hasta luego Yuri - se despidió de mi mientras tomaba mi mano derecha y le daba un pequeño beso.
Mi rostro tomo un color parecido al de mi cabello.
- Hasta luego, Mori-san - Me despedí apenada.
Después de eso el se fue junto a aquel chico, yo espere unos minutos admirando el cielo y me puse de pie para dirigirme a mi hogar.
Llegue a mi casa y después de 1 hora salí con mi madre a comprar los muebles de mi habitación.
