¿Y qué haces ahora? ¡VUELVES!
Todo pausado, todo relajado, como si nada hubiese pasado...
Es irónico que me llames princesa, como aquella farsante que rescataste del pozo.
Gracias a ti y al paso del tiempo habéis conseguido sacar el clavo anterior antes de que se oxidase... ¡Lo conseguiste!
Quitaste de mi piel la sensación de otro, aunque no el recuerdo, y ahora dejas la tuya...
¿Y qué gano yo con esto? No me dejas retroceder, tampoco avanzar. Mandas indirectas muy directas, y yo desconfío...
Me hablas de otras ¿cómo no desconfiar?
No se lo que siento, me alimento sola. Tomo lo que me das y luego añado un pero.
Me es imposible no vivir en el pasado, cuando recuerdo nuestra corta historia.
¿Se puede decir corta? Cuando no fue ni una semana.
¿Se puede decir historia? Sino fue nada más que un modo de superar otra.
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Cartas a mi Romeo
Teen FictionAsí como te escribí "adiós" vuelves con un "hola". »Parece que no eres capaz de convencerte a ti misma, princesa» Puede que después me trague mis palabras, pero no tienes porqué leer esto...