DÍA 1: El inicio

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Me levanté de una mañana fría y oscura, era un buen comienzo para un trágico pasado. Sentía como mi alma se despojaba de toda amargura o recuerdo tóxico. Siendo sólo un joven de diecinueve años viviendo reprimido; a tan corta edad, mal rollo. Pero eso quedó atrás, por lo cual estoy decidiendo escribir este nuevo diario con cosas lindas y saludables, de esos que te sacan una sonrisa cuando lo lees, mas no te hacen llorar o mejor dicho no lo sé; quizá pueda ser de ayuda para mis hijos cuando estén en esta edad. De igual modo apenas es el primer día del resto de mi vida.

"Mi nombre es Víctor Camilo Ripachua Benavides, soy un joven universitario con muchos deseos de un futuro próspero, como el de toda persona. Nací en el seno de una familia disfuncional, al parecer eso está de moda. Mi padre, un señor proveniente de Toledo, España; con cincuenta y seis años de edad, encargado de dirigir este barco, al hombre lo quiero mucho, además es uno de mis mejores amigos, de esos con los cuales molestas, juegas, se insultan, lo normal ¿Qué podría pensar mi padre de mí, si supiera que escribo sobre él? Mi madre, una señora proveniente de Málaga, España; con cincuenta y cinco años de edad, se preocupa por ver nuestros errores, tanto míos como los de mi padre. Matías es mi perro, el tiene doce años, ha compartido conmigo desde que me gradué de la primaria, es un perro sonso y consentido, lo amo mucho.

Tengo siete hermanos y ninguno vive conmigo, todos son independientes y tienen sus hogares, más adelante hablaré de ellos, supongo.

Nací en una ciudad llamada Toledo, donde disfruté de sus hermosos paisajes. Viví allí durante catorce años y luego nos mudamos a la ciudad de Málaga. Había sido un cambio drástico que de cierta me manera me afectó.

En Málaga me mudé más de siete veces en menos de ocho años, por eso odio las mudanzas. Pero cuando entré a la universidad empezó lo que sería una vida sin límites que me enseñaría muchas cosas y me haría conocer tanto buenas como malas personas". Ahora pueden decir que saben de mí un uno por ciento.

Mi madre me llamó para decirme que tenía que asear el baño, lo hice inmediatamente para quedar libre, estaba feliz, es el primer día del resto de mi vida. ¡Qué dilema!

Me acosté en la cama de mi habitación y comencé a pensar cosas de jóvenes, ustedes me entenderán. Luego me bañé y me alisté para ir a la universidad, ya estaba en los últimos días para culminar semestre.

Cuando iba en el metro pensaba: ¿Qué sería de mi vida sin mí pasado? Duré con esa pregunta todo el camino hasta que llegué. Entré al salón de clase y esperé ¡Vaya dicha! la maestra no fue. Con mucha rabia me retiré de la universidad y regresé al metro. Como estaba aburrido decidí dar una vuelta por toda la cuidad con mis audífonos puestos para matar algo de tiempo; escuchando aquella música que te hace sentir abuelo.

Al llegar a mi casa encontré a matías con ganas de jugar, el muy pobre había estado solo en toda la mañana, sentí tristeza, así que me tiré al suelo junto a el. Después de que se cansara subí a mi habitación, me puse el pijama y coloqué buena música para relajarme.

Eran las cuatro o cinco de la tarde, no recuerdo muy bien, pero me comenzó a gruñir el estómago, estaba hambriento. Bajé a la cocina a comer unas galletas y tomar un jugo, con eso me suplió la hambruna.

Me puse a ver videos en YouTube no podía de la risa al ver a la abuela cocainómana ¡era el colmo! Aunque me hacía reír. Fue este el primer día con el que cambió mi vida.


Sobre aquel elefante

Un elefante, en un valle vacío,

Caminado entre sus tristezas;

Un poco despacio,

Un poco tardío.

En su mente pasaba, tantos recuerdos;

Los más tristes, los más cuerdos.

El pobre elefante, se puso a llorar,

Adelantó el paso y quiso olvidar.

De paso arrogante, se volvió sagaz,

Vuelven las críticas, una vez más.

Muy decidido, no miró atrás,

Dejó las mentiras, dejó la verdad.

Con su inteligencia, fue muy feliz,

Muy pertinente, un gran aprendiz.

Sin duda a las metas, salió adelante,

Caminando hacia el frente, como un gran elefante.

EL DIARIO DE VÍCTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora