¡Oh, Primavera, has perdido la voz!
No hay más cuerdas en el viento ni tambores bajo las estrellas
¡Oh, mira el cielo! Las aves se fueron lejos, ya no vuelan
No hay bajo las rocas arácnidos ni sobre el pastizal se esconden más insectos
¡Te cortamos árbol, oh querido director de la orquesta!
¡No hay más coro de aves que se posen sobre tus dedos!
Mira hacia el cielo, ni siquiera las nubes cantan
¿A dónde fue la luna y dónde se escondieron las estrellas?
¡Ojalá pudiera encontrarte al otro lado del mar,
Ojalá hubiera un rincón hacia donde hayas partido!
Pero el trigo ya no produce graves
Ni los grillos agudos.
¿Dónde está la música? Oh, si la música llora
Ya no hay eco que asombre
No hay más cuevas ni trotes
El sonido de una manada que viene ha muerto.
Sí, la primavera está rota porque sus flores cayeron
No hay más lluvia ni viento y mis oídos no te sienten
A ti que tan suave te movías a través del viento.
¿Qué haremos, dime, a dónde huiremos?
Cuando no haya más árboles ni más crujir de hojas en el suelo
¿Qué música podrá deleitarte, querido ser sintiente?
Si la música que creas no es más que una imitación del que cantó primero.
¡Oh, fueron las aves, fueron sus alas que se agitan!
Fue el árbol al mecerse contra el viento
¡Fueron los zorros que huyen, los conejos que corren!
¡No fuiste tú, ni el tambor, ni el arpa!
Ninguno de ellos se compara a la melodía de una flor que abre sus pétalos
Ninguno de ellos jamás podrá oírse tan bien como una paloma que vuela de repente
¡No digas en tu ego, "yo cree la música"!
La música existió primero, y tú la corrompiste.
¿A dónde huirá mi alma si no puede oírte?
Dime, ¿Dónde está la orquesta que toca al medio día?
¡La sinfonía que comienza en la noche!
¿Dónde está el preludio por el cual mi alma se estremece?
No podré dormir cuando tu voz se disipe
No podré despertar, cuando la primavera se halle inerte
Después perderé el otoño, el verano y para entonces
El invierno ya se habrá ido.