"La profecía habla de un niño, hijo de la oscuridad y la luz, un mestizo que vendrá del lado de los magos y derrotara al que fue por siglos el brujo mas poderoso, trayendo con sigo paz y desterrando a los seres de la oscuridad a donde pertenecer, el...
Cuatro mujeres paseaban al rededor de un bebe recién nacido en túnicas negras, susurando una canción de cuna en un idioma extraño. El recién nacido estaba en vuelto de sabanas negras, aun cubierto de sangre seca, en medio de una estrella de seis puntas dibujada en el suelo de madera, con un liquido rojo y símbolos extraños.
Las mujeres se detuvieron y automáticamente el niño comenzó a llorar. Comenzaron a quitarse las capuchas una por una, dejando ver sus hermosos rostros, rostros que no cualquiera tendría, rostros de brujas.
Dos de ellas alzaron levemente sus brazos, mientras que las otras dos se arrodillaron y comenzaron a concentrarse. Las cuatro cerraron sus ojos y comenzaron.
—puer natus est nobis sub Dominus satanas de hac eleison. Ut custodiat animam pauperis de vestimentis tuis, cradling eius: orbis terrarum, et profanaremos admirabile sit pars nostra, vestra sunt.— Gritaron con mas fuerza.— ¡Oh, Señor de la oscuridad y la destrucción, ven a nosotras y ayúdanos a mantener con vida a este pequeño niño que a sus padres perdió! ¡te lo imploramos, ten piedad de su pobre alma!
El recién nacido había comenzado a llorar mas fuerte cuando de repente todas las velas del lugar se apagaron de una sola estocada, gracias a un fuerte viento que apareció levantando casi todo, y abriendo de golpe la puerta de madera, haciendo al niño callar.
Entonces escucharon fuertes pasos hacia ellas y un olor a rosas y muerte.
El niño había callado, pero las brujas no temieron por el.
—Oh, hijas mías, levántense y díganme, quien es este... Hermoso niño.
Las dos brujas se alzaron y aun con los ojos cerrados, una de ellas hablo — Cazadores de brujas, Padre, llegaron a su hogar y los mataron cuando el niño acababa de nacer.
— Vaya, pero que caos — el hombre de cabellos largos miro al niño enternecido y acaricio sus rosadas mejillas con sus largas uñas — Mis hermosas niñas Vandersloot — las mujeres al escuchar su apellido proveniente de la boca de aquel invitado, no pudieron sentir mas que satisfacción absoluta, para ellas era un honor. — yo como su rey y padre, les otorgo el bautizo oscuro, para esta criatura, y espero, cumplan su palabra de guiarlo por el camino de la noche — su voz se hizo un poco mas gélida — de otra manera serán castigadas sin piedad alguna en el fuego del infierno.
Aquel Hermoso hombre de apariencia joven, al ver al niño deseo mucho para el...¿porque?, porque al verlo tan inocente y pequeño, era como un lienzo en blanco, en donde el podría dibujar cualquier obra que se le plazca, sabia que podría manipular aquella mente tan pura y sin experiencia...Siempre deseo eso, siempre deseo un mesías como su creador, ahora lo tendría, ahora el destino del niño estaba marcado.
El hermoso hombre acerco al niño mas a el, y deposito un beso en su frente — Tengo planeado muchas cosas para ti — agarro de las axilas al nacido y lo levanto al aire — Seras una criatura hermosa, astuta e inigualable, y cuando llegue la hora ¡tu! Seras pecador, tu inocente aura, se tornara oscura, y pecaras y lo gozaras. Hijo mio, Caminaras a mi lado, en el fin de los tiempos, porque tu seras quien sera enviado por mi, tu seras mi mesías, así como mi creador lo tuvo, yo te tendré a ti.
Y con eso el niño volvió a llorar y la puerta de la cabaña cerro de algo, haciendo temblar todo a su alrededor.
Las mujeres abrieron sus ojos y miraron al niño, tres de ellas con cierta picardia de envidia y solo una con orgullo. La pelimarron cargo al niño y lo acuno en sus brazos — Bienvenido al mundo de las brujas y la oscuridad, pequeño demonio humano. — susurro viendo al niño con los ojos cerrados
Y así como en el clásico cuento de la bella durmiente, las cuatro brujas dotaron cada una un don para el niño. Trayendo de una pequeña mesa de madera un cuchillo dos de ellas.
— Yo te dotare el don de la belleza — la de mayor edad hablo,cortando su brazo y derramando la sangre sobre los labios de niño — nadie podrá resistirse a tus hermosos ojos y seras como la manzana del pecado en el edén
— Mi don para ti sera el de la sabiduría — dijo la pelirroja mientras cortaba su pulgar, para dibujar una cruz invertida en la frente del niño con su sangre— sera tanta como el maestro de la calumnia, Belcebú.
— Tendrás dones de sanidad — la menor predico y beso sus mejillas, besos de bruja, un hechizo muy fuerte — podrás curarte tan rápido como tan solo desearlo, nadie podrá hacerte daño tan fácil mente
— Pequeño niño, tendrás un futuro prodigioso en el camino del mal, llegaras lejos — la que se hacia llamar Jennifer, beso su frente haciendo un pacto duradero, era un beso de muerte — no nos decepcionaras, eres ahora la estrella de la muerte, la luz y esperanza de nuestro padre, Satanás. Elegido por el para ser el mesías. — Miro a sus hermanas — Hail Satán, hermanas mías.
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