In love with a criminal [ Loki x Reader ]

Capítulo 1: El encuentro.

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Esta es la primera vez que visitas Asgard. Por azares del destino, cruzaste tu camino con el Dios del trueno cuando ibas de regreso a casa.

Sucedió aproximadamente hace un mes. Como todas las tardes, saliste del trabajo del que planeas renunciar. No pensabas en nada más que llegar a casa, prepararte un café extra cargado y engullir el paquete de donuts glaseadas que compraste el día anterior; crees que eso hará llevadero el vacío existencial que arrastras desde tiempo atrás.
El cielo, como tus emociones, se tiñe de tonalidades grises, sin espacio a un humilde rayo de sol. ¿Desde cuándo el camino a casa se sintió tan largo? Eran un par de calles desde la oficina, pero el revoltijo de sentimientos que oprimen tu pecho te ha hecho pensar que cruzas de norte a sur.

Levantas la mirada, y ahí está él: un fornido hombre con vestimentas ajenas a este mundo, de casi 1.90, cabellera rubia y mirada azul. Lo conoces, lo has visto muchas veces en las noticias. Se trata de Thor. ¿Qué hace el Dios del trueno frente a ti? La respuesta llegó con una sonrisa que despide el calor inexistente de tu vida. Te explica que, quiere aprender de Midgard pues ha sido nombrado el "Padre de todo", y que su última relación con una Midgardiana no terminó bien, por lo que busca una guía experta que le enseñe sobre uno de sus reinos; además, vio en ti algo especial que te explicará después. Extrañada, aceptas. ¿Qué puedes perder más que el tiempo? Ahí, en medio de la desesperanza, florece amistad.

Días, semanas y meses pasaron. Tú y Thor se volvieron grandes amigos, de hecho, a veces pareciera que entre ustedes hay roces de tinte romántico. Él te invita a su hogar, Asgard. Al inicio te lo piensas un par de veces, mas terminas aceptando. ¿Qué importa si desapareces unos días? Estás segura que nadie notará tu ausencia en ese reducido cubículo. Thor no te da tiempo a empacar y juntos parten a Asgard por medio de un portal.

Asgard es un lugar de ensueño. Nunca viste algo similar. Estás deseosa por recorrer cada rincón del palacio, y comprobar por ti misma si todo lo que Thor te contó era cierto.

Él se dispone a darte un recorrido por los pasillos del palacio, pero uno de los guardias los interrumpe. Sí, los deberes de un rey sesgaron sus caminos. Thor se disculpa contigo y te aconseja adelantarte; le tomas la palabra mientras él se aleja con el soldado.

¿Por dónde empezar? Hay tantos pasillos como hay estrellas. Quieres comportarte lo más educada posible, no quieres llamar la atención, pues estás en "casa ajena".
Así que empiezas por subir unas escaleras y giras a la derecha. Un amplio pasillo te conduce de habitación en habitación. Retratos de los anteriores regentes adornan las paredes, junto a estandartes y escudos emblemáticos de la nación. Hasta ahora estás tranquila, mas de repente, sientes que no estás sola.

Miras de un lado a otro, intentando averiguar quién o qué está siguiéndote. Detienes tus pasos cuando notaste un par de ojos esmeralda observarte desde las sombras. Ha estado mirándote desde que llegaste, pero no pudiste percibirlo. Te acecha como un león a su presa, listo para atacar en cualquier momento. El ente decide develarse de su escondite tras hacer escuchar una risilla burlona; tu corazón late a prisa. 

¿Adrenalina, quizá? ¿O son las emociones que creías muertas quienes han puesto tus manos a temblar?

Frente a ti, tienes al hermano menor de Thor: Loki. Es todo lo contrario a Thor, él despide un aura altiva, que provoca desconfianza; su sonrisa aperlada te embriaga de misticismo; sus ojos comienzan a atraerte como el imán al metal. Y Loki sonríe, con la picardía de la que su hermano te habló, pues sabe que caíste en sus redes.

— Debes ser la mortal que tiene a Thor lejos de Asgard. Estoy en deuda contigo, me has facilitado mucho aquí — El timbre de su voz es como el canto de una sirena: hipnotizante, seductor. Loki te rodeó al caminar en círculos a un paso medianamente lento pero imponente. Te ha recorrido de pies a cabeza; tal vez el brillo en su mirada es la señal por la que rezaste en un par de segundos para saber que le agradaste.

De pronto, Loki desaparece. ¿Estuviste tratando con una de sus ilusiones? Querías preguntar, mas él se adelanta al acercarse a tu oído. Está detrás de ti. El gigante de hielo sopló a tu oído para darte un respingo; encuentra divertido molestarte. Y justo cuando estabas por recriminar, te atrapó entre sus brazos que dejó descansar encima de tu pecho y hombros.

— Deberíamos encontrarnos al anochecer, quizás, en el jardín principal del palacio. Debo agradecerte por el favor que me has hecho.— Aproximó sus labios a tu oreja otra vez, con la intención de sentir el temblor de tu cuerpo cuando él susurra: — Te espero.— Una vez más, se desvanece.

Una sola pregunta ronda tu mente:

"¿Es una cita?"

De pronto, la voz varonil de Thor te saca del pensamiento. Ha terminado con sus deberes y está listo para mostrarte el resto del palacio. Lo acompañas, pero miras atrás. No puedes verlo, pero Loki está acechándote una vez más.

Continuará.