Entre cotidianidades y absurdas humanidades

Día 05:

Género: Humor (en un pobre intento de fastidiar a Ray)

Semi-au: ubicado cuatro años después del arco actual y tres después de llegar al mundo humano (misma línea temporal anterior)

Pairings: insinuaciones al Ray x Anna.

Tematica: Cosas con ruedas (?)

Nota: esto soy yo atrasándome dos días y tratando de hacer un RayAnna para compensar; sale brutalmente mal.

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Manual de bromas pesadas para idiotas

En el momento que una de sus compañeras logro que los dos diablillos organizaran esa ridícula idea, Paula sabía perfectamente como acabaría. La muchacha se acomoda un mechón de cabello negro detrás de su oreja, sorbiendo un poco de su té de manzanilla mientas le da la vuelta a la página de su libro. Está sentada en un lindo café ubicado en el centro de la ciudad mirando fijamente el establecimiento al otro lado de la calle.

Suspira.

—¿No vas a llamar a Oliver?—Violet, que está al otro lado de la mesa, arquea su ceja derecha, dándole traguitos a su cappuccino.

Su compañera se encoje de hombros, continuando con su lectura.

—¡Sonia dile algo!—Violet observa a la chica de pecas que está sentada junto ella, de forma suplicante, pero Sonia le ignora olímpicamente mientras bebe de su malteada de chocolate. 

La muchacha se pasa una mano por los cortos cabellos violáceos y niega repetidas veces en un ligero movimiento de cabeza.

Todas saben que va ocurrir un desastre y ninguna va hacer algo para impedirlo.

«Solo espero y no se maten» piensa y se horroriza cuando Emma y Hayato salen disparados del supermercado de enfrente empujando un carrito con las manos.

—Oliver por favor perdóname— susurra.

Y ninguna de las tres se mueve de su lugar.

—¿Todos han entendido el plan?—pregunta Thoma, levantando el dedo índice, mirando severamente a sus compañeros.

Había hecho mucho calor en la ciudad, el verano arropaba los rincones del mundo humano y las personas aprovechaban el descanso para disfrutar de la playa, visitar la piscina o simplemente encerrarse en sus casas para disfrutar del aire acondicionado. Thoma y Lanni habían quedado con dos de sus hermanos en un parque cercano, el rubio se quedado algo consternado por la cabeza de caballo que se había colocado Emma en la cabeza.

—Hayato, ¿Trajiste lo que te pedimos?—Lanni y Thoma observan como el chico saca algo de su mochila rápidamente, en unos segundos se había colocado un enorme traje morado que le doblegaba el tamaño, junto con una cabeza con dos grandes orejas y un tubo con forma de triángulo a modo de antena.

—¡Estamos listos!—dicen ambos chicos al unisonó, levantando los pulgares.

Los niños se lanzan miradas cómplices mientras Hayato y Emma se van corriendo a toda velocidad, jalando el carrito que habían pedido prestado del súper. Thoma y Lanni sueltan risas traviesas entre sí, ignorantes del desastre que estaban a punto de provocar.

Después del incidente donde la mitad del grupo de Norman junto a Gillian casi se matan al intentar grabar un video para YouTube, la rubia se había acercado a ambos niños y les había convencido de jugarle una pequeña broma a Ray, alegando lo divertido que resultaría si lo grababan y lo subían a la red. Los pequeños habían quedado fascinados con la idea, tanto así que terminaron engañando a Emma y a Hayato para que los ayudaran en su jugarreta.