2- Con cariño *

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Mis ojos se abrieron despacio encontrándose con un brillante color blanco, miré hacia los lados, más blanco.

–¿Acaso estoy muerta?– traté de llevar mis manos hasta mi rostro, pero mi intención se vio interrumpida.

–¡No mocosa, no estas muerta!– aquella voz me sobresaltó y por primera vez me percaté del lugar en donde estaba, la enfermería escolar.

–Señor, por favor, no altere a la paciente, acaba de despertar– la enfermera se acercó abruptamente hacia mi y colocó su mano sobre mi frente –¿Cómo te llamas?
–Mikasa Ackerman

–¿Cuántos años tienes?
–16 años

–¿Qué año cursas?
–Segundo...

–¿Le va a preguntar cuantos dedos puede ver?– la enfermera se volteó a mirar a la persona que hablaba y sonrió forzadamente.

–Levantaté cuando lo creas necesario– la mujer retiró su mano de mi frente y salió de mi campo de visión.

Me levanté con cuidado y me mantuve sentada sobre la cama, froté mis ojos suavemente con los puños de mis manos y pude enfocar mejor a la persona que hablaba con la enfermera –Levi...

–Mikasa...– sentado en una silla, con las piernas y brazos cruzados, el pequeño adulto me miraba detenidamente –¿Desmayo, eh?, ¿Te crees muy buena como para desmayarte antes de mi clase?

Su forma clásica de dirigirse a las personas con palabras pasivo-agresivas me parecía muy cálida algunas veces, llevé una de mis manos hasta mi cabeza y froté fuertemente, sintiendo un leve dolor en la frente, abrí aún más los ojos y busqué por toda la habitación, pero ahora solo Levi estaba ahí.

–Oye, ¿Qué te pasa?– el azabache apretó mi mano libre y una mirada preocupada interceptó mis ojos –¿Quieres que llame a tu madre?

–No, no, estoy bien– bajé mi otra mano, para colocarla sobre la de Levi, en señal de que debía estar tranquilo –Solo qué, había un chico...

–¿Un chico?, ¿Te refieres al mocoso castaño que comenzó a gritar, "traigan ayuda, auxilio, una emergencia", con voz de princesa cuando te desmayaste?

–Si estaba desmayada, es obvio que no pude escucharlo, Levi.

–Lo sé, solo quería burlarme un poco– nuestras manos se separaron y el volvió a cruzar los brazos –Salió hace poco por algo.

Junté mis manos sobre mi regazo y comencé a juguetear aplanando los arrugados tablones de mi falda.

–¿Cómo vas con las pesadillas?– la expresión de por sí seria de Levi, se volvió aún más fría cuando me dirigió esas palabras.

–Bien, creo...– continúe jugando con mi falda –Yo no las llamaría pesadillas, ya que aún no puedo recordar ninguna, no sé si den miedo.

–¿Y qué tu mente se vaya a "no sé dónde" todas las noches no te da miedo?

–En realidad no...– paseé una vez más la mirada por la habitación, en busca de mi bolso, pero no se encontraba ahí –Hice lo que me dijiste.

–¿Y qué obtuviste?
–Nada útil aún, solo logré recordar una cosa sin importancia y eso, a medias.

–¿Pero lo anotaste?
–Sí, lo escribí lo más detallado que mi memoria me lo permitió.

–¿Y eso es...?
–Son unas flores, creo que eran amarillas– levanté ambos hombros al mismo tiempo –Pero pienso que es más un recuerdo, un recuerdo de las flores que hay en casa de tía Kuchel.

Levi suspiró profundamente, y cerró los ojos, como si meditara algo –Mira niña, ningún detalle es inútil y mientras más rápido aclares esto, mejor.

–Aún no lo entiendo, ¿Sabes?– golpeé el colchón con ambas manos, tratando de no alterarme demasiado –Siempre me dices lo mismo, pero nunca me has explicado nada.

–Porque aún eres muy pequeña para ello, solo trata de recordarlo todo y después me dices, tampoco puedo explicar algo, si no hay nada que explicar.

La puerta de la habitación se abrió suavemente y el chico castaño apareció detrás de la misma.
–¡Mikasa, despertaste!– corrió hasta la cama y me abrazó dejando caer una bolsa plástica sobre mis piernas –Fui por tus cosas a tu salón de clases y te traje esto– abrí la bolsa y encontré un jugo embotellado, una bolsa ziploc con fruta cortada, dos barras de granola, una bolsa de frituras y una hoja de papel doblada en cuatro partes.

–Son cosas que algunos de tus compañeros enviaron para ti– saqué las cosas una por una de la bolsa, en la de fruta se leía: "Ten un buen día, Historia. Con amor, Frieda", no pude evitar sonreír.

–¿Qué dice esa hoja?– Levi trató de alcanzar sin éxito la hoja doblada que había puesto sobre la cama junto con todo lo demás.

–Aún no la miro– desdoblé la hoja y efectivamente encontré un escrito en ella, proseguí a leerla en voz alta:

"Querida Mikasa:

El profesor Levi nos informó lo que sucedió contigo el día de hoy durante el receso.

¡Nos preocupamos mucho!, incluso el profesor decidió suspender la clase para acompañarte, todos esperamos que para cuando leas esto ya te hayas recuperado.

De ahora en adelante trata de no saltarte ninguna comida, ¿De acuerdo?

Te enviamos con el chico apuesto unas cosas que juntamos en el salón:

Mi almuerzo de hoy, que sobró porque Ymir me invitó de lo suyo.
Unas frituras que Armin compró en la tienda de la escuela.
Un jugo que Jean traía de más, aunque Ymir y yo pensamos que desde el principio era para ti...
Y dos barritas de granola, de Connie y Sasha respectivamente, por cierto, ella está muy apenada, ya que se comió tu almuerzo y después sucedió eso.

Le pidió dinero prestado a Connie y salió corriendo a comprar otra barra igual, dice que aceptes sus disculpas.

Esperamos verte mañana de nuevo en clases, con cariño:

Historia
Y todos tus amigos del salón."

. . . Fin, cap 2 . . .

Otra Vez Tú - Shingeki No Kyojin Fanfic - EremikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora