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Pasado.

En su casa un olor dulce inundaba su ser, dulce con toques de chocolate, rebosante de azúcar el pequeño Niño veía las galletas de diferentes formas y sabores asentarse en la mesa. Con cuidado preguntó a su padre si podía agarrar alguna, este negó con gentileza.

—Pregúntale a Francia, después de todo él los hizo—dijo acariciando la cabeza del menor.

Canadá, pequeña masa de mapple en sus venas. De algún modo sabía que esa no sería buena idea, así que solo hizo como que iba a preguntarle, para esperar a que su padre se vaya de la cocina y así robar alguna galleta.

Bro, ¿what are you doing?—preguntó su hermano al verlo en un vago intento de esconderse detrás de una maceta cerca de la puerta de la cocina.

—¡Shhh!—le cayó rápidamente poniendo un dedo en sus labios—, I'll just say it's all for a little sweetness!—dijo en un susurro.

Su hermano proceso la información y rápidamente su boca formó una "0" en sorpresa—: I also want cookies!—susurró entendiendo todo, pues el Francés le había advertido no ir a la cocina si quería seguir de buen humor ese día.

¡Obviamente la respuesta era que no quería que probara el paraíso de sabores en la diabetes! Siendo un poco más inteligente se escondió detrás de un sofá cerca de la maceta donde yacía su hermano.

No tardo mucho hasta que su padre saliera de la cocina; los niños observaron con malicia la escena de su padre alegándose del objetivo que pronto descansaría en sus estómagos. Salieron de su escondite con una sonrisa triunfadora y listos para actuar como unos totales ladrones en robar unas galletas para deleitar su sabor.

—¡por aquí!—susurró el de gorro de piel haciendo un ademán a su hermano.

Después de unos cuantos movimientos raros y saltos exagerados que habían visto que hacían en las caricaturas quedaron cara a cara con el enemigo más grande que deberán enfrentar: la mesa, debido a su altura de enanos pegados al suelo tenían que idear un plan maestro, pensaron en volar, en gritar ¡Shazam! y salir volando, en pedirle ayuda a su Golden Retriver, en intentar mover la bandeja con telepatía o incluso intentar tirar a Francia por un quinto piso y así pedirle a su padre que les de las galletas porque ya no hay otra persona a quien pedirle las galletas. Porque no hay otro obstáculo más molesto que Francia.

Así después de pensar seriamente la última opción fueron a buscar a Francia, pero en el camino se encontraron con otro de sus hermanos.

—¿Qué hacen?—preguntó poniéndose en su camino.

—¡vamos a tirar a Francia del quin-—intentó decir el canadiense pero su hermano le tapó la boca seguido de un "shhh es secreto" en un susurro.

Su hermano rió al escuchar eso, ya que hierva mala nunca muere—: ¿Puedo saber por qué?—dijo poniéndose en cuclillas.

—La pregunta es, ¿por qué no?—le corrigió el de cincuenta estrellas intentando no decir sus razones.

—Francia hizo galletas y queremos comerlas—dijo con una sonrisa el de gorro de piel de mapache.

—¡Era secreto!—le regañó su hermano al instante.

—Ah...

Excusa.╎CanMexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora