5. MARIONETA

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¡Hello!

Les comento que este es un MINI-FIC.
No pasa de 10 capítulos.

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El coraje, el odio y las ganas de destruirlo se apoderaron de su cuerpo en cuanto el engendro le sonrió de lado.

—Odias a este humano ¿verdad?
Kikyo apretó los puños con fuerza, elevando la cabeza sin dar muestras de lo contrario.
—Sí —respondió firme.

La cara de su violador aparecía sobre el rostro de un ente que no poseía uno propio. El guardián del Monte Azuza se presentaba ante ella, dispuesto hacerla tambalear. Naraku le había explicado segundos antes de comenzar a subir las escalinatas que muy seguramente el guardián probaría su corazón y de no tener cuidado podría ser devorada sin contemplaciones.

—Veo tú corazón, humana.
—No escondo nada —replico manteniendo la postura.

El guardián carcajeo, atribuyendo otro de esos gestos que Kikyo recordaba frescos en su memoria. Flashes de los gritos de su hermana implorando piedad, sangre, el olor a sudor y los endemoniados rostros que la seguían hasta en sueños, volvían a consumirla.

—Sé porque vienes —señalo el cuerpo del ente flotando sobre su cabeza. Se cruzaba de piernas y brazos sin dejar de verla con sorna —deseas el arco.
Kikyo aclaro su garganta, antes de dignarse a verlo a los ojos. Esos oscuros y negros ojos que la venían de la misma forma que aquella vez...
—Me ahorra las explicaciones.
Volvió a reír, estaba vez pronunciando sobre las paredes y pisos del templo un temblor esporádico.
—Odias a mucha gente —continuó diciendo —y añoras solo una cosa —pasando la manga de la túnica sobre su rostro, cambio de forma. Los finos rasgos de Kaede se hicieron presentes, Kikyo soltó un gritito involuntario —la niña a la que no pudiste proteger —dijo con voz de Kaede —tú sangre, tú hermana, tu único familiar dejado a merced de los más impuros.

Las piernas de Kikyo gritaron que saliera corriendo y abrazara a su pequeña Kaede pero su raciocinio se opuso, decretándole la falacia ante sus ojos. Esa no era Kaede, ella en ninguna de las circunstancias podía sonreírle de esa forma tan repulsiva. Detesto entonces al guardián.

—¿También me odias? —pregunto girando sobre su eje y transformándose en la figura que al inicio había visto. Un ser de cabello blanco, vestido de monje y sin existencia de rostro alguno.
—¿Qué tengo que hacer para llevarme el arco? —cuestiono amarga. Intenciones de quedarse a seguir con la verborrea, no era su objetivo.
—Puedes tomarlo —dijo esta vez con voz en eco. Y haciéndose a un lado le mostro la urna donde un perfecto arco blanco posaba. Kikyo avanzo dispuesta a tomarlo —pero debo de advertirte —su mano se quedó congelada antes de poder tocar la manija del vidrio.
—¿Qué? —adujo enfocando esa zona abandonada de ojos, boca o nariz.
—Usar esta arma quebrantara tu alma —enseguida se le erizaron los pelos de su coronilla —si sigues consumiéndote por ese odio terminaras destruyendo todo a tu paso, por el contrario de llegar a un estado de paz te deleitaras en la tranquilidad.
—¿Esa es la advertencia?
El ente negó.
—Para blandir en su totalidad el arco del monte Azuza requiere de un sacrificio de sangre —y casi como si pudiera intuirlo, viajo hasta su vientre plano —un alto precio a cambio de una gran ventaja sobre los demás.
Kikyo bajo su mano y girando su cuerpo hacia él, lo confronto.
—No comprendo.
—Recuperaras tú energía espiritual en cuanto tu mano toque la madera del arco pero cuando desees usar su verdadera habilidad, tendrás que ofrecer la sangre del inocente que crece en tu interior.
—¿Verdadera habilidad?
El guardián la rodeo con pequeños pasos de depredador. Kikyo le siguió con la mirada.
—Lanza una flecha y la energía espiritual se desbordara como ninguna otra, purificaras o exterminaras todo rastro de vida —se detuvo de frente —realiza el sacrificio y la victima por la siguiente flecha perderá la voluntad de su propio cuerpo —Kikyo comprendió por donde iba —será consiente de lo que sucede en su entorno pero sin la oportunidad de controlarse. En pocas palabras, obtendrás el absoluto control de cada fibra de su ser —Kikyo miro el arco por detrás de ella —solo recuerda que este truco solo funciona una sola vez, así que cuida muy bien a quien le lanzas esas flecha.

Por Error (NarKik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora