Renjun no sabía cómo detenerse y dejar de sentir ese vacío en él

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Es tarde, Renjun va en el bus que lo llevará a casa.

Su cabeza le duele, los ojos le arden y la respiración por momentos se detiene.

Tiene los audífonos puestos con una canción de lírica triste resonando en ella.

Suena demasiado fuerte y quizá es la razón de su dolor físico.

Pero Renjun no quiere detenerlo, tal vez prefiere subirlo y ahuyentar todas las voces que atormentan su cabeza.

Sus propias voces.

Lastimarse más porque no sabe qué otra cosa hacer.

Te lo mereces porque eres una horrible persona, Renjunnie, te mereces todo lo malo que te ocurre.

Él baja con cuidado del autobús, se siente desorientado.

Llega caminando lento a su casa.

Es recibido por una dulce mujer a la que Renjun no es capaz de ver a los ojos.

No lo soporta.

Encerrado en una habitación, hace su tarea con la lentitud que lo caracteriza.

Cada minuto pasando Renjun se siente mal, detestable, inútil.

Su teléfono suena. Hay muchos mensajes en su recibidor.

Renjun intenta sonreír cuando ve el de él.

No puede.

No puede siquiera responder con la verdad cuando le pregunta cómo se siente.

Renjun sabe que él lo pasa peor, Renjun sabe que sus problemas son estúpidos.

Así qué Renjun prefiere escucharlo a él, intentar entenderlo a él. Ser bueno para él.

Intenta ser su ayuda pero, ¿cómo serlo cuando él no se siente bien?

Porque eres un inútil. Inútil. Horrible persona eres tú. No puedes ayudar a nadie.

Es llamado, Renjun debe ir a comer.

No tiene hambre incluso si su estómago gruñe por la más mínima cosa, Renjun no quiere comer.

Renjun sabe que no lo merece.

¿Por qué él debería recibir algo?

No merece nada más que desprecio.

¿Por qué a las personas se les ocurre querer algo tan dañado y horrible cómo él?

Come obligado ese día, cómo muchos otros.

Renjun está llorando en su cama, deseando porque alguien lo abrazara.

Le dijese que él era bueno.

Qué él estaba haciendo las cosas bien.

Porque ya no podía encontrar las fuerzas en él mismo.

Se sentía tan vacío cuando se miraba a sí mismo.

Cómo alguien que se moría lentamente en vida.

Sus ojos opacos lo hacían sentir dormido.

Renjun quería dormir para siempre.

Porque levantarse cada día nuevo lo hacía sentirse más cansado.

Más vacío.

¿Era eso posible?

Renjun cree que sí.

Porque sin mucha importancia el que esas personas estén a su lado, todo lo hace sentir solo.

Con una familia grande, amigos y novio, Renjun no le cuenta a nadie sus sentimientos verdaderos.

Es una mentira que está consumiendo la última parte de él.

No quiere seguir con ello.

Mirándose al espejo, Renjun sólo puede odiarse más.

Mirándose al espejo, Renjun sólo puede encontrar nuevas imperfecciones.

Mirándose al espejo, Renjun ya no soporta verse.

Mirándose al espejos, Renjun sólo quiere matar a quien ve.

Renjun no podía parar de odiarse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora