¡¿Un niño!? (Luis x Peter)

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¿Quién diría que el amor lo golpearía de esa forma? Fue como un golpe fuerte en el pecho que lo dejó sin respirar por unos segundos. Su boca quedo ligeramente entreabierta, sus ojos se abrieron todo lo que podían para observar mejor al joven que acababa de caer malherido desde el edificio de enfrente, aunque no conociera su rostro por la máscara que traía, sabía su nombre de súper héroe. Era su fanático.

— ¡Oh, por Dios! ¡Spiderman!

El arácnido volteó a verlo con rapidez al escuchar hablar al contrario. Debía irse, esconderse o tratar de llegar a casa con sus últimas Fuerzas para que nadie más lo viera.
Había tenido un encuentro desastroso con el maldito de Venom y acompañándolo, El Duende Verde, una emboscada. Lograron herirlo gravemente, por eso ahora tenía su mano derecha apretando contra un corte en su estómago para detener el sangrado.

— Soy tu fan.

Dijo el contrario acercándose a él, sin darle oportunidad de escapar al ya sentirse tan mareado. Luchaba por mantener sus ojos abiertos y no desmayarse ahí mismo. Debía irse, tenía que hacerlo, pero no podía mover su cuerpo. Escuchaba lejana la voz de aquel hombre, como si tuviera los oídos tapados.

Justo en el momento que Luis tomó la mano del joven con el traje, éste cayó directo al piso, descubriendo la herida en el estómago que seguía sangrando.

— ¡Lo maté! — se alteró por unos segundos el mayor, llevó sus manos a su cabeza preocupado, tratando de pensar en lo que haría.

Para sus suerte era de noche y no mucha gente pasaba por esa zona. Miró por todas las direcciones asegurándose de que no hubiese nadie viéndolo, y cargó sobre su hombro el cuerpo del contrario, notando como casi todo el traje tenía roturas que fueron hechas con lo que parecía ser cuchillos, y en esos espacios se veían cortes que sangraban en pequeñas gotas.
Tomó al menor con ambos brazos, esta vez lo agarró al estilo nupcial para no lastimarlo de más. Tenía que curar esas heridas.

Lo llevó casi corriendo hacía su ban, donde abrió la puerta del acompañante para sentar al arácnido ahí, le puso cinturón de seguridad y luego cerró la puerta.

No tardó más de 6 minutos en llegar a su departamento, donde volvió a cargar al héroe al estilo nupcial. Con esfuerzo logró abrir la puerta ls cual empujó con su cuerpo para abrirla completamente y lo mismo hizo para cerrarla. Llegó a la sala, recostando sl joven en el sillón que había allí, antes de irse corriendo a buscar el botiquín.
Lo que menos quería era a su héroe muerto en su sillón.

— Esto es peor que aquella vez en la cárcel cuando apuñalaron a nuestro compañero... ¡Oh, como recuerdo aquella vez! Una chica, que era mujer de un hombre fuerte y musculoso que resultó ser el hermano de la víctima...

Un quejido de dolor vino desde su sala interrumpiendo su solitaria charla que iba a durar horas.
Corrió con el botiquín entre sus manos, al llegar vio al joven aún con todo su traje puesto, pero tirado boca abajo en el piso, estaba despierto ya que se lo veía presionar su herida del estómago.

— ¡Hey! Aquí tengo un botiquín para curarte —  Peter al escuchar la voz del contrario intentó levantarse con rapidez para huir, pero solo terminó doblándose del dolor, de su boca escapó un sollozo — Tranquilo, no soy un villano, solo quiero ayudarte.

Se arrodilló al lado del menor, mostrando el botiquín, dejándolo en el piso para ofrecerle sus manos como soporte para levantarse, Peter lo miró fijamente por unos segundos antes de aceptar la ayuda. 
Una vez que estuvo nuevamente en el sillón, pero sentado, tuvo que quitarse el traje, quedando solo en ropa interior y con su máscara frente al mayor. Todo su cuerpo estaba cubierto de cortes superficiales, el único profundo era el del estómago.

— ¿Cómo te llamas? Yo soy Luis — se presentó mientras limpiaba con un algodón bañado en agua oxigenada una de las heridas sangrantes.

— Supongo que ya no importa, me llamo Peter — con la mano libre quitó su máscara, rebelado su rostro moreteado, pero aún así bello.

Luis quedó estático unos segundos, Spiderman era un hermoso adolescente... ¡Era un niño! Un niño que atrapaba malhechores y luchaba junto a los vengadores.

— ¿Estás bien? — preguntó Peter al no tener reacción del contrario, había dejado el algodón quieto contra su piel y comenzaba a pegarse.

— ¡Eres un niño!

Parker se sintió algo ofendido por ese comentario, pero antes de que pudiera decir algo, Luis se le adelantó.

— ¡Eres estupendo! Peleas contra el mal y seguro estudias ¿No? — supudo.

— Am... Si, también trabajo — comentó soltando una pequeña risa que llegó al corazón del contrario, pero eso no lo sabría.

No sabía porqué le contaba eso a un extraño mientras era curado en el sofá de éste por él, la herida de su estómago ya estaba desinfectada y vendada, ahora limpiaban la sangre seca que quedaba en los pequeños cortes. Era una situación rara, pero Luis no lo hacía sentirse a alarmado, le daba algo de confianza.

— ¿Cómo le haces? Yo soy un desastre para administrar mis horarios — su burló de si mismo el mayor, ahora limpiaba un pequeño corte que había en la mejilla derecha del joven quien también reía.

Mordió su labio inferior cuando sintió un cosquilleo en la parte baja de su estómago, este chico estaba causándole sensaciones extrañas.

— Dejame decirte que no es nada fácil. Vivo estresado — confesó,soltando una risa nerviosa cuando vio lo cerca que estaba el rostro del contrario contra el suyo.

— Es normal, con todo lo que debes hacer y la edad que tienes...¿Cuánto? ¿18, 19?

— Casi, tengo 17.

En la mente de Luis pasó ls imagen de él volviendo a la carcel, de manera inmediata se alejó del rostro del menor, dándole su espacio. No quería a la ONU atrás suyo, de nuevo.

Peter x Todos 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora