Prologo:
Sentirme encerrada, sin miedo a la sangre, sin tiempo ni magia, dentro de tu mismo miedo, y dentro de tu gran angustia, y en el mismo ruido de tu corazón. Toda esta locura, si te la pidiera, yo sé que seria, para tu silencio, solo turbación. Te pido violencia, en la sinrazón, y tú me das gracia, tu luz y calor.
-Frida Kahlo.
Una buena manera de relajarme es: Una copa de vino tinto a mi lado, un buen libro de poesía, y papel y lápiz para escribir lo mucho que te amo, lo mucho que te pienso, lo mucho que te extraño. Hace semanas que te escribo y tú no lo sabes. Es que se me ha olvidado olvidarte. Se me ha olvidado olvidar tu sonrisa, tus gestos y expresiones, tu manía de la sencillez. Se me ha olvidado olvidar que te amo querido mío. Aun te recuerdo como si estuvieras justo aquí a mi lado, te recuerdo contento y feliz, triste y melancólico, molesto y tierno, confuso y claro, te recuerdo a ti. Pero no hemos podido continuar esta travesía, se ha acabado la magia que había al menos se ha acabado de tu lado, del mío todavía sigue viva como llamas gigantescas, todavía sigue la magia de sentirte mío, todavía te siento. Pero tú has decidido dejarme y me duele como cuando una estaca queda clavada en el corazón, me duele no tenerte y amarte en silencio, pensarte a gritos, morir con suspiros. Y torturarme con pensamientos. Esos pensamientos que me recuerdan a ti aquel día de verano, aquel día soleado, aquel día perfecto.
Y para no seguir viviendo esta agonía de sufrirte he decidido olvidarte, olvidar tu risa, tu tristeza, tu ternura, tu melancolía olvidarte a ti. Pero esto se me hace confuso a veces, siento odio pero no podría sentir odio hacia a ti se me hace confuso amarte, pensarte, añorarte. He levantado mi cabeza con vista hacia el horizonte para superarte y dejar el pasado atrás pero lo irónico en este relato es que se me ha olvidado olvidarte