Promise // Jung Wooyoung

Capítulo I

—¿Mar?— habló mi hermana mientras colocaba los individuales en la mesa.- ¿Cuándo saldremos a sacar fotos?

Giré sobre mí y la miré sorprendida.

Ni idea de que bicho la habrá picado. Ella odiaba ir a tomar fotos conmigo.

—¿Realmente estás bien, Madison?— reí.—La verdad es que no lo sé, últimamente no he andando inspirada, tú sabes, mamá no está bien –suspiré mientras me sentaba en la mesa junto a Madi.

—Claro, pero está el tío Gabriel, y él vendrá hoy y la tiene que venir a examinar y mientras tanto— puso su mirada en mi e hizo ojitos.

Rodee los ojos mientras reía.—Hoy despertaste bastante rara, pero está bien. Después te quiero lista— le di un mordisco a mi sandwich.

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Me vestí con la ropa más cómoda que tenía y saqué la cámara de su lugar especial en mi closet. Me la coloqué en el cuello y bajé.

Ahí estaba mi hermana con su celular haciendo quizás que.

Le hize un gesto para que saliéramos de la casa.

A medida que ibamos caminando para ir a mi lugar favorito para sacar fotos le iba sacando fotos a ella que estaba desprevenida. Que sin duda alguna me gustaban mucho.

Después de 15 minutos caminando llegamos al lugar.

Allí estaba como siempre; precioso, y lleno de flores. El paraíso.

Mi hermana se sentó cuidadosamente de no aplastar con su preciado trasero algunas flores que habían en su lugar, mientras yo, ya estaba sacandole fotos a algunas flores.

—No entiendo el por qué no quieres ingresar a la universidad a estudiar fotografía— habló mi hermana.

Dejé de sacar fotografías y me senté a su lado.—No puedo.

—Claro que puedes Mar, es lo que te gusta ¿no?— dijo mientras miraba fijamente al frente.

—Así es, pero no puedo darme el lujo. Tengo que trabajar para ayudar a mamá con su tratamiento, es en lo que estoy enfocada— suspiré.

—Agh. Odio ese maldito trabajo tuyo, lo único que hacen es denigrar a sus trabajadores.— gruñó.

Reí por lo bajo.—Lo sé, pero, con ese maldito trabajo las mantengo a ustedes – abracé a Madi.—Son mi vida entera, y sea como sea, me hagan lo que me hagan, no dejaré que nada les falte.— besé su frente.

Después de un largo momento de cariño vi la hora y ya se había hecho muy tarde, me levanté junto con ella y nos fuimos a mi casa

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Llegamos y fuimos al cuarto de nuestra mamá y ahí estaba el tío Gabriel junto con ella. Lo saludamos.

Pude ver un poco de tristeza en la cara de mi tío, y supuse que había que hablar. Le pedí a Madi que subiera a su cuarto.

—¿Cómo está mamá?— pregunté mientras me sentaba en la cama donde estaba mamá durmiendo.

—La examiné y bueno. No ha mejorado mucho— dijo cabizbaja.

Mi tío Gabriel era médico y el mismo se encargaba de cuidar y hacer chequeos a mi mamá, ya que, evitamos que salga de casa.

Mamá tenía cáncer de mama. Hace ya unos años, le habían extirpado el seno izquierdo, pero, le pasó al otro seno, y el tratamiento, cirugía para su cáncer era muy costoso, por lo tanto, tenía que trabajar para costearle.

Mire a mi mamá y agaché la cabeza. Me daba rabia y pena saber que no estaba mejorando.

—¿Cuánto tiempo le queda?— pregunté sin obstáculos.