Capítulo II

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Desperté con el estúpido sonido de mi alarma. Eran las 6:00 am. Hora de levantarme y despertar a mi hermana.

Me levanté perezosamente de mi cama y me estiré. Caminé hacia la habitación de Madi y la desperté. Me costó, pero lo logré.

Me fui al baño para darme una rica ducha y así despertar.

Salí de la ducha y me puse el horrible uniforme negro del trabajo. Me hice una coleta y bajé sin maquillarme.

Ahí estaba Madi ya lista tomando su desayuno. Yo saqué una manzana del frutero y me senté a esperar a Ale.

—¿Estás ansiosa por tu primer día en el liceo?— pregunté con una sonrisa.

Tragó de su leche.—Así es, y supongo que tú igual.

Reí.—Claro, con un jefe así, a quien no le da gusto ir a trabajar— dije sarcásticamente.

En eso de la nada sonó el timbre.

Supuse que era Ale, y así fue.

—Hola guapa, ¿lista para un gran día?— reí a carcajadas al ver a mi mejor amiga en una sensual pose en el marco de la puerta. Gran manera de empezar.

Le hice un gesto para que entrara.

Vi la hora y casi eran las 7:00, tenía que apurarme, así que, subí rápidamente a buscar mi teléfono y arreglar mi mochila. Después de guardar las cosas necesarias bajé.

Nos fuimos a despedir de mamá y en marcha. Las tres salimos de la casa y comenzamos a caminar hacia el paradero.

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—Recuerda, 1ero medio es complicado así que, si tienes algún problema llámame, y cuando entres sonríe; así pensarán que eres simpática y querrán habl...

Rió.—Tranquila, todo saldrá bien, o eso espero— me dio una sonrisa calida.

Esa sonrisa la cual te dice que todo estará bien.

—Bueeeno, si tú lo dices, entonces, que te vaya bien chiquita— besé su frente.

—Así será, y a ustedes también— dijo mientras nos apuntaba. Asentimos.—¡Adiós!

Nos despedimos y emprendimos rumbo al trabajo.

Íbamos caminando lentamente; no era ninguna gracias llegar temprano, pero tampoco lo era llegar tarde.

—Ojalá algún día se nos ilumine el cielo y encontremos otro trabajo— suspiró.

—Así es, pero por el momento tendremos que seguir soportando al idiota de Tomás— reí.

—Más que las dos, eres tú. Él solo te acosa a ti— dejé de reír y la miré por un momento.

Ella tenía razón, yo era la víctima de su malos tratos y acoso. Y el problema era yo, que permitía todo eso.

—No es nada, solo hay que ignorarlo— encogí mis hombros.

—¿Y después qué? ¿Qué te haga cosas peores? Estás mal, Marlene— Marlene...Me dijo Marlene, eso no es nada bueno.—Si no haces algo al respecto tendré que hablar con tu ma....

—NI LO PIENSES— la interrumpí con cierto miedo. Eso no podía pasar ni por si acaso. No quería darle preocupaciónes a mi mamá. Ella no está bien para andar preocupada.—Ya veré que hago, pero tú no digas nada. Porfis— me agache y le hice ojitos. ¿Mi dignidad dónde?

—Ugh, pareces idiota, levántate— y así era. Me levanté.—Okey, no le diré nada, pero ya sabes— me apuntó amenazante.

Le agradecí. ¿Por qué todo es tan difícil?

Promise // Jung Wooyoung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora