Capítulo 2

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Eran aproximadamente las diez de la mañana y ya se podía apreciar un gran revuelo en el gran salón. El invierno estaba próximo a irse y con ello vendría la primavera junto con el gran evento que se llevaría a cabo. Madam Li se encontraba atendiendo algunos temas con respecto a la celebración que se realizaría dentro de una semana.  Las invitaciones ya habían sido enviadas y todos estaban ansiosos por lo que organizaría la casa Li. 


Wei Wuxian se encontraba en su habitación practicando la canción que tocaría para la fiesta. Ésta era una de sus piezas favoritas y quería que saliera perfecta. Si bien la parte instrumental la tenia casi lista, no corría con la misma suerte con respecto al baile. Se le estaba dificultando combinar los pasos con la melodía que habían elegido para él. Si no quería tener problemas con Suyin debía apresurarse y terminar aquella coreografía para el plazo que la señora le dio. 


Unos golpes interrumpieron su ensayo y supuso que era Hui Ying, quien le dijo que iba a traerle algo para comer. Con un simple "pase" la puerta se abrió revelando a la mujer que traía una bandeja con barios bocadillos y un poco de té. Al ver como la mayor tenia problemas para sostener la pesada madera en donde llevaba las cosas, Wei, se levanto de su lugar y se apresuró a ayudarla. 


—Gracias cariño, pensé que se me iban a caer las manos por el peso.—dijo a modo de chiste. 

—Si se te caen las manos ¿Quién me va a hacer esa sopa de loto que tanto me gusta?—le siguió el juego.—Dudo que madam Li sepa cocinar algo decente o aunque sea cortar un rábano. 

—Tienes un punto, y no lo puedo refutar.— con una sonrisa se sentaron junto a una meza baja con sus taburetes y acomodaron la comida para dejar la bandeja en un costado.— Te escuche tocar desde el pasillo y debo decirte que cada día tocas mejor. 

—Gracias tía.— le sirvió un poco de té a la mayor y luego a si mismo. 

—¿Con el baile como andas?—pregunto mientras tomaba un poco de lo que el menor le sirvió. 

—¿Te digo la verdad?—la mujer asintió.— Como siga así Suyin me va a matar.

—¿Tan mal vas?—preguntó algo preocupada, ya que a madam le gustaba tener todo en orden y a tiempo. 

—Si.—suspiro.—De verdad que trato de armar algo pero simplemente los pasos le quedan raro a la melodía, la cual es hermosa, y no me gusta para nada la idea de arruinarla. 

—¿Y si me muestras como es la canción?—preguntó.—Capaz que pueda ayudarte en algo. 

—Esta bien.—respondió para luego tomar su flauta, que se encontraba a su costado, y comenzó a tocar. 


Wei no mentía, la melodía que sonaba era hermosa y por algún motivo algo melancólica. Tenia que haber algo que pudiera hacer para ayudar a su pequeño. Siguió escuchando hasta que terminó. Se quedó unos minutos pensando y hablo. 


—¿No has pensado en agregar letra y cantar?—preguntó, al no tener respuesta del menor, quien estaba asombrado por tal sugerencia, siguió.— He visto lo que has armado en cuanto a la danza mientras practicabas en el jardín, y creo que cambiando algunos pasos y sumando tu voz seria una presentación perfecta.—lo miró.—¿No te parece?

—¿Es una broma verdad?

—¿Cuando me has escuchado bromear cuando se trata de ayudarte con estos casos?—levanto una ceja.  

—Es verdad...—le dio la razón.—Pero,¿Cantar?¿Yo? No hay manera en la tierra. 

—Oh, vamos Wei...Tienes una voz preciosa y no me digas que no porque te he escuchado cantar muchas veces. 

—¿Me has estado espiando?— preguntó incrédulo.

—Espiar es feo...Yo solo...eh...velaba por tu seguridad, si eso.

—Claro, como tu digas.— dijo rodando los ojos.

—Solo piénsalo, ¿Quieres?— Acaricio la cabeza del menor de forma maternal.—Seria una gran oportunidad para dejar con la boca abierta a Suyin y al resto de esos ricos engreídos.— le guiño un ojo. 

—Esta bien, lo voy a pensar.—suspiró.— Ahora.—pausa.—¡Es hora de comer estas delicias!

—No cambias nunca.—sonrió ante el entusiasmo repentino del menor. Desde que lo conoce siempre lo vio lleno de alegría, aun cuando recibió criticas y burlas. Recuerda el día en el que llegó a la casa luego de que madam Li lo viera en una reunión de la secta de Yunmeng Jiang. Madam Yu, quien era la tutora de Wei, junto con su esposo, le comento que el joven de tan solo doce años había estudiado todas las disciplinas y se encontraba perfeccionando muchas de ellas. Suyin quedó encantada con la belleza del joven y le comentó el potencial que veía en el, ofreciendo llevárselo a su palacio. La mujer, si bien no era su hijo y había renegado de su estadía, le tenia un gran cariño por lo que dijo que todo dependía de lo que decidiera el menor. Luego de que el joven estuviera al tanto de lo que le habían ofrecido decidió aceptar. Sentía que ya había abusado demasiado de la hospitalidad de la familia y era su momento de hacer las cosas por si solo. Lo que más le costo dejar al pequeño fue a quien había considerado su propia familia y sobre todo a su shijie y a su hermano de crianza, con el cual siempre se divertía.  


Wei había tenido largas charlas en las cuales le cotaba sobre su familia en Lotus Pier y todas sus travesuras allí.  Siempre con una sonrisa en el rostro cuando hablaba sobre sus recuerdos. Pero ella sabia que muy en el fondo el joven sufría por ello y por eso mismo decidió ser quien lo cuidaría desde ese entonces. 

Miró al menor que gustoso devoraba todo lo que encontraba y se le ocurrió una idea, que estaba segura que al menor le encantaría. 

—Wei.—Llamó al menor, el cual la miró.—¿Te gustaría dar un paseo por el pueblo?— Al joven se le iluminó la mirada y con alegría contesto.

—¡Me encantaría! 





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Acá dejo el segundo capitulo, espero que les guste.

Si hay algún error me avisan y lo corrijo. 

¡Gracias por leer! 


The Concubine [Mo Dao Zu Shi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora