The Concubine [Mo Dao Zu Shi]

Capítulo 9

Wei Ying volvió a su cuarto luego de haber practicado en el parque. Si bien había practicado mucho, en el fondo, todavía tenía un poco de dudas sobre lo que iba a presentar. Él confiaba en las palabras de Hui Ying sobre lo que preparó, por lo que se iba a dejar llevar por lo que la mayor le dijo y no pensar en sus propias inseguridades. 

La mujer entro al cuarto unos segundos después que Wei, y tan pronto como lo hizo se apresuro a retocar el maquillaje y acomodar su vestimenta y peinado si es que encontraba algo desarreglado. 

—Bien...—dijo apoyando el pincel que utilizó para pintarle los labios sobre la mesa —Ya estas listo para salir a deslumbrar — sonrió de manera satisfecha, mientras asentía con su cabeza. 

— Ojalá todos opinaran de la misma manera que tu — se paró — Haría las cosas más fáciles en algunos casos.

—Los que digan que lo que haces no les gusta, lo dicen por pura envidia o porque están ciegos —se acercó al menor — Ahora basta de charla y vayamos con madame —le palmeo el hombro levemente para darle ánimos. 

— Tienes razón — dijo agarrando su flauta y abanicos —Vamos — se colocó la flauta a un costado de su cintura, sujetada por la faja, para así poder llevar los dos abanicos con más comodidad. 

Madame Li se encontraba hablando con uno de los sirvientes en uno de los costados del patio cuando vio como se acercaban Wei Ying y Hui Ying. Le dio na ultima orden al joven que tenia enfrente y caminó en dirección a las dos figuras que se acercaban. 

— Ya era hora de que aparecieras — se dirigió al peli negro — Apresurarte y ponte en tu lugar. 

— Si, madame — se inclinó y espero a que la mujer se alejara para volver a enderezarse — Primero tengo que bailar así que supongo que la flauta te la dejo a ti — se dirigió a Hui Ying. 

—Claro, tu tranquilo — le sonrió mientras tomaba el instrumento que el menor le extendía — Los vas a hacer perfecto — le guiñó un ojo a lo que el contrario le asentía, para luego retirarse. 

Wei Wuxian se aproximó a la parte trasera de la glorieta en la cual se presentaría y espero al lado de las escaleras de esta. Uno de los sirvientes se acercó y le dio la verificación para que subiera, ya que los músicos se encontraban en sus lugares. Con pasos delicados subió los escalones, con los abanicos ya abiertos y cubriendo su rostro, y se dirigió al centro de la pista que le armaron, en la posición de inicio. 

La música comenzó a sonar y lentamente Wei Ying fue moviendo los brazos, siguiendo el ritmo de las notas que salían de los instrumentos, sin mostrar su rostro. Con movimientos ágiles iba moviendo sus brazos y muñecas, intercalando los abanicos frente a su rostro. Pronto comenzó a mover sus pies lentamente para que a medida que el ritmo se hacia más rápido sus extremidades le siguieran también. De un momento a otro la música hizo una pequeña pausa, de tan solo segundos, en la que Wuxian quedó de espaldas a los espectadores y cerro los abanicos, uno con su brazo detrás de su espalda y el otro con su brazo flexionado sobre su cabeza. Rápidamente la música volvió a sonar, pero esta vez era distinta y un poco más marcada y movida. Con un rápido movimiento de sus muñecas, Wei Ying, abrió nuevamente los abanicos pero esta vez se giro hacia el publico mostrando su rostro.  

Muchas exclamaciones se empezaron a oír al ver el rostro del joven, si bien hace tan solo minutos se encontraban mudos ante el increíble baile que se les mostraba, con ver el rostro del de vestimentas rojas no pudieron evitar comentar al respecto y admirar a tan bello joven.