Parada frente a la puerta del lado del interior, restregando sus manos húmedas en su suéter beige, daba inhalaciones profundas y pausadas. Una vez que se tranquilizó, abrió.
Saludo a Valentina pretendiendo que su presencia no la alteraba en lo absoluto y le pidió que la esperase mientras iba a buscar sus cosas. Al volver, fueron juntas a un parque cercano.Habían hojas pardas y frágiles girando en torno a ellas entre el viento que se movía en espirales con un poco de aroma a tierra. El aire comenzaba a filtrarse por la ropa de Juliana y su cuerpo se agitaba con pequeñas convulsiones. A su lado, Valentina la miro y noto como le temblaban las manos sosteniendo una libreta abierta. Asomó el rostro entre los árboles que cubrían sus espaldas y cuando ví el Starbucks abierto, se levantó. Juliana observó confundida a la castaña alejarse, sin embargo está volvió en pocos minutos, con un café humeante en manos.
- Parecías tener frío, toma - la morena agradecida acepto lo que la más alta ofrecía y su mano empezó a hurgar en el bolso del pantalón, en busca de su monedero.
- ¿Cuánto te debo?
Valentina pareció sorprenderse que por la pregunta y se apresuró a negar.
- Nada. No me gusta que tengas frío.
En esos instantes la mente de Juliana se hundió en un espejismo en donde esas palabras caían en un concepto diferente al real, uno más íntimo y quizá con romance añadido.
A excepción de las hojas vagando y las respiraciones tensas de ambas, tenía la sensación de que todo lo que las rodeaba se hubiera detenido, congelándose. Y ese día no entendía ni una mínima parte de lo que Valentina le explicaba, aún así, pensaba que no había sido una perdida total de tiempo, no estando en compañía de la castaña y sintiéndose tan bien.
La banca donde se sentaban, posteriormente se convirtió en el punto de encuentro de todos los días. Se volvió el sitio preferido para las dos, una zona en la que podían pasar el tiempo tranquilamente, rodeadas de viento suave y olor a madera seca mientras conversaban y Juliana bebía cafés que Valentina compraba para ella.
En poco tiempo descubrió varias cosas acerca de la castaña. Por ejemplo, que trabajaba en una tienda de animales, pero no estaba ahí por el dinero, sino que iba para ayudar de vez en cuando, cada que tenía un poco de tiempo libre. También se entero de que estudiaba arquitectura debido a su gusto por el dibujo y las matemáticas. Aprendió que a pesar de ser tan agradable y buena conversadora, sólo era cercana a una persona: Lauren, y ahora también ella; aunque nunca menciono a la chica de ojos verdes, lo cual le dió una preocupante tranquilidad.
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El sábado, al igual que el domingo, Valentina no pudo asistir a sus reuniones ya que tuvo citas con Lauren. Juliana lo entendía por una parte, pero por otra, se sentía compungida. Se aferraba al pensamiento de que Lauren era la novia, y ella solamente una desconocida que poco a poco había dejado de serlo para convertirse en una amiga. No se conformaba con esta, pero sabía que no podía obtener más.Los siguientes cinco días continuaron con la tutoría.
Lauren había dejado claro a todas lo abandonada que sentía por Valentina. No culpaba directamente a Juliana, pero ella sabía que lo pensaba.
- Ni siquiera me envía mensajes y casi no nos hemos visto - dijo durante la hora del almuerzo.
La morena envolvió sus dedos en el pasto seco.
- Tu la has visto todos los días, ¿No?
Ni la pregunta que formuló Lucy, ni en tono en que la dijo le sorprendían. Era tan típico de ella, hasta podría jurar que lo hacía con intensiónes oscuras, más allá de que su cara inocente mostraba. Pasaron sólo segundos para que cuatro pares de ojos fisgones reposarán sobre su figura preocupada.
Estaba sintiéndose presionada.
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treat you better [JULIANTINA]
Fanfiction"Prometo que nunca te decepcionaré, porque sé que puedo tratarte mejor de lo que ella puede"