PADRE:
Suponía que algún día escribiría algo para tí.
Supuse que sería algo oscuro, lleno de rencor y resentimiento.
Pensé que lo haría años atrás, cuándo nos abandonaste y te olvidaste de nosotras.
Intenté encontrarte muchas veces, en todas ellas me sentí humillada por tu desprecio, pero aún así quería que supieras lo mal que estábamos.
Quería que vieras lo mucho que te necesitábamos, lo mucho que te amabamos.
Al final me di cuenta que ya lo sabías y te odié por eso, porque aún sabiendo lo mal que estábamos nunca te importamos.
Comencé a lastimarme, faltar a la escuela e incluso intenté suicidarme dos veces, cosa que mi madre nunca supo y yo nunca te dije porque cuando te volví a ver yo no era la misma persona.
Pensé en escribirte años después, cuándo sentí que ya no me hacías falta, que ya no había resentimientos, que yo, mi madre y mi hermana habíamos salido adelante solas, a cómo pudimos.
Pero después ella enfermó y tuve que dejar mis ilusiones, otra vez, para hacerme cargo de cosas que no me correspondían.
Y qué a tí seguían sin importarte.
No tuve tiempo para escribirte en ese entonces, estaba demasiado estresada y preocupada por todo, pero llegué a sentir que ese resentimiento volvía y no quería volver a ser esa persona de nuevo.
Así que sólo te ignoraba.
Después mi madre falleció y todo se vino abajo, era la única persona que se había quedado conmigo a pesar de todos mi errores y de todos mis desplantes.
La que nunca se fué y aunque tuve carencias ella se quedó y se hizo responsable.
Me ofreciste lo que siempre te pedí y nunca quisiste darme, libertad.
La libertad de hacer lo que quisiera, sin la presión de las responsabilidades que me habían sido impuestas y que aunque no podía con ellas, intentaba cumplirlas con todas mis fuerzas.Acepté porque mi hermana no estaba mejor y yo no era suficiente para orientarla.
Ahora, seis meses después, me doy cuenta que aunque éstas aquí en realidad no era lo que querías, anhelas tu libertad, la libertad que me diste y que aprecio más que nada.
Así que ahora te escribo lo que estoy sintiendo, aunque no fuiste un buen padre, y no lo eres y probablemente no lo serás, sigues siendo mi padre, y aunque me hiciste mucho daño también me has dado mucha fuerza, no te odio pero tampoco te amo, simplemente eres mi padre y aunque yo no lo quisiera, siempre lo serás.
Y aún así, te lo agradezco.

ESTÁS LEYENDO
Sonrisas Amargas, Borrosas Y Falsas
Random*~Porque aún más que todo aquello yo amaba odiarme mas de lo que me odiaba a mí misma.~* - Intentos de poemas, relatos y fragmentos de sentimientos y conflictos internos. -