Marvel One-Shots

X-men.

Título: Jugar a la casita.
Advertencia: Wade is in the house, baby.

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—¿Estás seguro de esto, Wade? —le pregunté.

—Sí, mira —empezó a dibujar en la pizarra —. Este es Fassbender —señaló a uno de los dibujos que decía «Magneto 1» —y este es McAvoy —señaló al otro dibujo, en silla de ruedas y con el nombre de «Calva sensual» —. Tú vas por McAvoy y yo voy por Fassbender, nos veremos en el almacén que te dije.

—Si me expulsan por tu culpa, voy a comerme tus chimichangas. Ya sé donde las guardas —amenacé a Wade, que agrando los ojos con terror.

—¡Mis chimichangas!

Me levanté y me fui a buscar al Profesor, mientras Wade empezó a sacar las chimichangas de debajo de su colchón para esconderlas en otro lado.

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Giré a la izquierda donde Wade me había indicado. Charles venía sedado, amarrado y amordazado a mi lado, su silla de ruedas en la maleta. Daba gracias a la casualidad de que no había ni un policía en las calles por la que pasé.

Wade me dijo que ya tenía a Erik en el lugar acordado.

Aparqué frente al edificio abandonado, me bajé y tomé la silla de ruedas de Charles con anticipación antes de bajarlo a él y sentarlo ahí. Me acerqué a la puerta y la toqué con el ritmo que habíamos acordado.

El estúpido de Wade era mejor para planear bromas que para planear una misión... Tal vez por eso éramos amigos.

Wade abrió lanzando un diccionario de groserías, tenía una vara de metal atravesando su pierna.

—¿Tienes la droga? —preguntó, haciendo una mala imitación de drogadicto.

Le lancé el sedante que iba a neutralizar los poderes de Erik. Wade logró inyectarlo, luego de que se le atravesaran varias cosas de metal por el cuerpo.

Erik nos miró con odio al mismo tiempo que Charles despertaba. Ambos hombres se vieron y fruncieron el ceño y luego nos vieron a nosotros.

Wade sonrió.

—Lleva al calvito al altar —empujé la silla de ruedas de Charles y lo llevé al altar improvisado que había logrado hacer Wade, había mancha de sangre y otros fluidos en algunas partes.

Wade arrastraba a Erik hacia nosotros. Erik se movía como un animal rabioso y decía cosas indescriptibles, seguramente amenazas de muerte. El aguacate sentó a Erik en una silla y lo amarró.

—Bien, empecemos —me lanzó un ramo de flores y se puso entre los dos mutantes —. Queridos hermanos, hoy estamos aquí para unir al Señor Tumnus y a Michael Fassbender en sagrado matrimonio. Si alguien se opone a la unión de estás dos almas, que hable ahora o calle para siempre.

Erik y Charles se quejaron, pero sus gritos fueron callados por la mordaza.

—Ya que nadie se opone continuemos —Wade se aclaró la garganta —. Erik Lehnsherr, ¿Aceptas a Charles Francis Xavier como tu esposo?

—Acepto.

—Charles Francis Xavier, ¿Aceptas a este hombre, Erik, como tu amado esposo?

—Acepto.

—Entonces, por el poder que me concede nuestro padre Stan Lee, lo declaro marido y mari...

La puerta fue derribada de repente. Logan, Storm, Cíclope, Jean, Beast y Raven estaban en la puerta con sus trajes de X-men y muy enojados.

—Do... —Wade se congeló de repente.

—¡WADE! ¡¿Qué mierda?! —gritó Logan, alterado y molesto —¡¿En serio, _______?! ¡Me creería esto de Wade, pero no de ti! ¡¿Secuestraron al profesor y a Magneto para jugar a la casita?!

—¡Charles! —gritó Raven, corriendo hacia él.

Charles y Erik se movían en sus sillas y trataban de desatarse.

—Chao —me despedí con la mano, esperando poder irme sin salir perjudicada.

—¿A dónde crees que vas? —Storm se puso frente a mí.

—¡A la libertad! —la empujé y corrí lejos, tal vez hacia Polonia o algo así.

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—I li libirtid —se burló Wade, golpeándome con el trapeador.

Le lancé una esponja.

—Muerete.

—Al menos no te expulsaron.

—Pero el estúpido de Peter me va a fastidiar por el resto de mi vida.

Wade sonrió.

—Aguacate podrido —bufé. Wade se puso una mano en el pecho, ofendido.

—Me dueles, _______, me dueles.

—Bésame el trasero.

—Con el de Hugh Jackman es suficiente, gracias.

—No te entiendo. Eres extraño.

—Gracias, rayis —Wade siguió trapeando.

Lo único que queda por decir es que Charles y Erik tuvieron que ir al registro civil para divorciarse, porque Wade sí los había casado de verdad.