Jungkook miraba atentamente su alcancía sobre el escritorio.
¿Por qué las cosas malas le ocurren a la gente buena?
Su brillante bicicleta roja, aquella que tanto amaba, tenía la llanta delantera torcida. El rin había quedado inutilizable y el manubrio estaba ligeramente estropeado.
Cerró los ojos en gesto de derrota y levantó el martillo que tenía en su mano derecha.
🌫️
Taehyung agradecía que sus abuelos tuvieran conocidos en la ciudad. De otro modo no estaría sonriendo satisfecho al dueño de aquella cafetería que sería su jefe a partir de ese día.
—Es bueno tener al viejo Taeyong de vuelta, a mi padre le habría encantado charlar de los viejos tiempos— decía el dueño del lugar con aire melancólico —en fin, Taehyung, ¿Tienes alguna otra duda con los horarios? No creo que tengas problemas con la universidad, y si es así dímelo, podremos encontrar una solución.
Realmente él no tenía problemas. Sus clases iniciarían la próxima semana y tendría las tardes libres. Nada podía salir mal.
—Muchas gracias, señor Min. No creo que haya problemas, y si los hay, creo que podremos solucionarlos.
—Me agrada tu actitud, Taehyung, empezarás el miércoles, por hoy solo debes pasar por tu uniforme a la oficina. Camina por el pasillo de por aquí— el señor Min abrió una puerta café que estaba atrás del área de cajas, dejando de ver un amplio corredor con varias puertas— la oficina es la penúltima de la izquierda. Yo debo ir a arreglar algunas cosas con uno de nuestros distribuidores, pero Yoongi te ayudará si tienes más dudas. Debe estar en la oficina.
Dando un último apretón de manos, su jefe se despidió y salió tomando de un cajón las llaves de su auto, mientras que Taehyung daba media vuelta en dirección a la oficina.
—Y tú eres... — habló el joven peli menta, quien le miró indiferente, antes de regresar su vista a la computadora y teclear algo para llenar la hoja de Excel que estaba a la vista, al no tener respuesta volteó al chico que le miraba extrañado aún en la entrada de la pequeña oficina — si te perdiste puedes dar media vuelta y volver por donde viniste, niño.
Tae reaccionó tras eso, el hijo de su jefe parecía de su edad, tal vez un poco mayor. No esperaba que fuera tan joven, de cualquier modo.
—Lo lamento, mi nombre es Kim Taehyung — dijo haciendo una pequeña reverencia, con sus brazos pegados a sus costados —el señor Min me dijo que tú podrías darme mi nuevo uniforme, estaré en la caja y... —no sabía qué decir, el chico con ojos gatunos le miraba desde su silla, casi parecía divertido —solo espero que nos llevemos bien, Yoongi hyung — apenas susurró lo último.
—Ajá.—El castaño vio a su mayor levantarse para dirijirse a un mueble que estaba al fondo de la oficina, abrió unas cajas y le extendió su uniforme. — creo que es de tu talla, puedes revisarlo y medírtelo en las taquillas que están al lado, tienen indicado cuál es de hombres y cuál de mujeres. ¿Iniciarás ahora o mañana?
—En realidad sólo venía a confiarmar el trabajo y esas cosas, iniciaré pasado mañana, el miércoles.— respondió Tae un poco más tranquilo, tras recibir el pantalón, camisa y chaleco que le ofrecían.
—Perfecto. Adiós.
Yoongi retomó su trabajo frente al ordenador y Taehyung hizo una leve reverencia antes de susurrar un adiós y dirijirse al área de las mesas. El uniforme tenía una etiqueta que indicaba su talla, así que confío en que le quedaría y lo guardó en su mochila.
Sus ojos se centraron en una cabellera negra que se encontraba en las mesas de afuera, la cabecita de cabello alborotado volteó a ambos lados como si buscara a alguien, dejando ver su perfil a Taehyung.
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Lágrimas De Miel || (Vkook)
FanfictionTaehyung tenía a sus abuelos y a su hermana. Jungkook tenía a su papá. Taehyung jamás lloraba. Jungkook lloraba a escondidas. Taehyung era feliz. Jungkook quería serlo. Taehyung era feliz... ¿Cierto?