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—Ash murió—.

—¿Qué...? No, estás jugando— los ojos del pelinegro se cristalizaron, no había respuesta del otro.— ¡Esto es una maldita broma, él no puede estar muerto!

—Lo está, ¡lo mataron!— en ese momento el chico se desmoronó, su corazón se rompió.

—A-ash... Mi Ash no puede estar muerto— cayó, su cuerpo se estampó contra el suelo. Esta vez no estaba el rubio para ayudarlo a no caer...

—¡Eiji!—.

*****5 años después*****

Te odio Ash Lynx... Te odio por dejarme solo, por no ir ese día a despedirte de mi, por mandarme a "mi mundo" de nuevo.

¿Por que no podías entender que mi mundo era a tu lado?

Jamás me había sentido así de vivo, tú eras la razón de mis sonrisas y ahora que te has ido estoy perdido. No puedo hacer esto, no puedo vivir sin ti, no quiero hacerlo, ya nada tiene sentido si tú no estas a mi lado.

Cada noche mis lágrimas salen, mi voz se quiebra, comienzo a desvanecerme. Los recuerdos me invaden, tu imagen aparece en mi mente... Me observas con esos ojos color esmeralda llenos de un brillo inexplicable, tu mirada es de tristeza, te acercas a mi y me susurras... "Quédate conmigo Eiji, por favor" 

Los gritos de dolor invaden cada parte de mi habitación, tu voz retumba en mi cabeza "Eiji, Eiji, Ei-ji..."

—¡Ash!— grito tu nombre como si con eso pudiera hacerte regresar, me derrumbo en el piso.— ¡Idiota, idiota!—.

Cierro los ojos e imagino que estas a mi lado, abrazándome , todo es felicidad porque estás conmigo, pero la realidad es otra... Una realidad muy cruel, donde la persona que amo esta muerta, una realidad que me rehúso a vivirla.

—Ash... Te necesito— abrazo una estúpida almohada simulando que eres tú.— No puedo Ash, ya no puedo más— el recuero de nuestro primer beso llega, una ráfaga de viento se cuela por una de las ventanas y roza suavemente mis labios, así como tú lo hacías cuando estábamos juntos.

Mis ojos comienzan a cerrarse lentamente, las lágrimas paran, todo queda en silencio de nuevo. Lo único que no se va es el dolor que le has hecho a mi corazón.

La luz comienza a molestar, abro los ojos y lo primero que veo son esos bellos ojos color esmeralda que me miran fijamente, sé que es un sueño, pero aún así se ve tan real.— Eiji...— me hablas con sutileza. No contesto, solo me quedo observando tu rostro en donde una cálida sonrisa aparece.

Tus manos agarran las mías, las colocas en tu rostro y pude sentir el calor que emana tu cuerpo. Besas mis nudillos y luego vuelves a mirarme.

—Por favor Eiji... Déjame ir— fue ahí cuando reaccioné, mis lágrimas volvieron a salir.

—¿P-por qué me pides eso Ash?— dije entre lágrimas.

—Estoy sufriendo Eiji— él también comenzó a llorar.

No me pude contener más y lo abracé, no quería dejarlo ir, no a él, no lo iba a permitir de nuevo.

—No haré eso... ¡No te dejaré ir Ash!— grité.

—Estoy bien, solo me falta algo para ser feliz completamente.

Lo que nunca te pude decir... (One-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora