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-Gaara, deja de buscar pleitos con este chico, ya bastante hiciste con romperle la mitad del cuerpo hace tres años.- Gritó la kunoichi, al ver que de nuevo el pelirrojo buscaba pelea con la Bestia Verde de Konoha, pues aún se guardaban rencor uno al otro. Uno tanto por romperle las piernas, como otro por qué sobrepasó su defensa absoluta.
Lee por su parte no declinó el pleito con el kazecage, aunque más que nada lo hizo para guardar apariencia ante la única Kunoichi de su equipo, Ten-Ten, quién estaba si bien, de noviazgo con el del biakugan, no dejaba de interesarse en los chicos rudos o fuertes<que eran la mayoría de la aldea>.
-Ciertamente, ya perdimos tiempo ladrando con éste tipo, Kodaime-san nos espera.- Habló el marionetista tomando por los hombros su hermano.-Lee, ya es suficiente.- Habló Ten-ten colgándose de su brazo.-Te enfrentarse al Kazecage, eso es muy valiente, o muy estúpido de tu parte.- Dijo como medio halago medio insulto al Jōnin más rápido de Konoha<en esa generación claro está>.
Neji por su parte fingía no ser parte del mundo de ellos, pues le artaba a sobre manera de la actitud arrogante que denotaba el azabache al lograr un cumplido de su novia.
Quién de igual manera le sacaba de sus casillas al coquetear con cuánto Jōnin se le ponía en frente.Por parte del otro equipo no había mucho que contar, el kazecage bipolar tratando de mantener su ira en cierto nivel para evitar la tragedia de hacía tres años; un marionetista con una enferma afición por éstas, bien le decía Temari que se fabricara una novia si tanto amor tenía por ellas, y por último la nombrada Kunoichi usuaria del viento, quién traía comiendo de su palma al único chico más ‹inteligente› de Konoha.
Esos hermanos eran tanto extraños como hermosamente peligrosos.Habían estado en la aldea únicamente para la reunión que tendrían con Tsunade, pues los hermanos no le veían otra cosa fructuosa a ese lugar.
A parte de Temari que se divertía colocando en aprietos al Jōnin de las sombras.[🌵1🌵]
-Entonces, ¿realmente detestas mis cejas?.- Se burló el azabache arrancando las ropas del jinchūriki de una cola, como si fuera lo que más detestara en el mundo.
-Detesto todo de ti siempre y cuando sea fuera de esta habitación.- El pelirrojo igual con ansias en sus dedos comenzó a arrancarle la ropa al más alto.- Sabes de lo que hablo.- al estar completamente desnudo y a merced del Jōnin se mordió el labio viendo su bien tonificado cuerpo.
Detrás de aquellas puertas y ventanas aseguradas con sellos, nadie siquiera se imaginaba lo que pasaba.
Gaara nunca quiso ser alguien correcto, el mundo no lo ameritaba, pero si quería al menos no ser odiado debía intentarlo, ser el kazecage que orgulloso cargaba con el peso de Sunagakure, un país entero.
Mucha presión, incluso debía contraer nupcias con quién eligiera el consejo para él, y dejar un heredero digno.⟨Menuda estupidez⟩
Pensó con recelo a su hogar, sus hermanos estaban de acuerdo con el magistrado en todo lo que esos ancianos opinaban, pronto se encargaría de despedirlos a todos y cada uno.
Estaba perdiendo noción de lo que pasaba, cuando lo interrumpieron unos labios atrevidos que se aventuraron a explorar su pecho, con unas manos traviesas que se paseaban por su espalda delgada y a la vez fuerte, lo suficiente para cargar su orgullo y sus penas; los labios gruesos y duros de Lee viajaban a placer de un pezón a otro, chupando y mordiendo cuanto se le colocara en frente.
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Como La Arena Que Arrastra El Mar [🍃Lee x Gaara🌵]
FanficAnte todos actuamos como enemigos, y únicamente en el cobijo de una habitación a oscuras en penumbras, y sellada, podemos desatar los desenfrenados gemidos que exhala una pasión encadenada. Si no quieres que nadie sepa, no hablaré, y todo esto será...