30 dias Adrinette - 2019

Dia 13: Buena Suerte

Existen muchos supersticiones de sobre objetos de la buena suerte. Están los tréboles de cuatro ojas, las patas de conejos, las herraduras, alguna ropa que consideres que te da suerte etc. Pero para Adrien su amuleto de la suerte sin duda era una pulsera que guardaba con especial cariño la cual le había sido obsequiada por su compañera de clases y "amiga" Marinette.

Cada vez que necesitaba suerte apretaba la pequeña pulsera y pensaba en la azabache y rara vez fallaba. Tal vez era el porteador del miraculous de la mala suerte pero al menos con aquel objeto podía equilibrar un poco su infortunio.

Ese día se encontraban en casa de Kim para celebrar su cumpleaños número diecisiete. La mayoría de sus compañeros lo molestaba diciendo que querían su amuleto de la suerte porque debía ser bastante efectivo si le hizo poder ir a una fiesta de noche donde encima abría alcohol, aunque claro que no se quedaria hasta tan tarde como la mayoría y también lo llevaron y le pasarían a buscar pero le habían dejado asistir al fin y al cabo.

– vamos ni que fuera tan rara que me dejaran venir – se quejó el rubio, las primeras veces le pareció gracioso esos comentarios pero vamos todo el salón ya había hecho bromas con ello y llegaba a ser cansado. La azabache a su lado río y con ganas.

– vamos Adrien no te dejan ir al cine y te dejaron venir aquí obvio que es raro – siguió riéndose la muchacha – deberás deberías decirme que magia usas por que con mi torpeza la necesito.

– pues no te lo puedo dar porque la persona que me lo dio se podría enojar – comentó el rubio a lo que la azabache lo miro curiosa.

– que de verdad tienes un amuleto?

– Si es esta hermosa pulsera que me regalo una chica llamada Marinette – fueron las palabras que uso a la vez que sacaba de su bolsillo dicho accesorio.

Marinette lo miro asombrada, feliz y con ternura no podía creer que aún la llevase con él – tu aun-aun la tienes.

– claro que la tengo me la regalaste tu y vaya que me da suerte como tu dijiste hizo que me dejasen venir – la chica río un poco sintiéndose bastante feliz por las palabras que le había dedicado el chico.

Aunque lo que Adrien no dijo es que más que ser la pulsera era ella quien le daba suerte. Ella siempre estaba en sus mejores y peores momentos y le hacia sentir mejor, además de ser su pensamiento cada que necesitaba recurrir a la suerte.

Ya se es re corto pero por ahora lo dejaré así, pronto estaré alargandolo, pero espero que les haya gustado ❤