•BakuDeku• ~Destiny~

Parte 2

-Se Preguntarán, ¿Por qué los reuní aquí?- Habló un azabache con burla mientras posaba sus manos en el pupitre.

-Solo habla, tarado- Comentó un rubio cenizo mientras fruncía el ceño.

-Bien, bien. Tenemos una propuesta.- Mencionó otro azabache un tanto claro a los otros dos que se encontraban en aquella aula.

-¿Y bien?- Preguntó el oji-rubí.

-Fácil, hacer una semana de bromas pesadas a Midoriya- Propuso el primero que había hablado.

-Necesitamos pensar las bromas- Comentó de nuevo el rubio cenizo para así suspirar un poco.

Todos los presentes asintieron y así empezaron a pensar aquellas bromas para el peli-verde, hasta tener varias.

Y así pasó.
Las ideas consistían en el primer día, tirarle un bote de liquido corrector mientras este comía, ya que el menor siempre comía solo en el salón de clases.

-E-eh... ¿C-chicos?- Miró a los contrarios mientras se levantaba del asiento.

-Oh, perdona- Respondió uno tratando de que su voz sonara natural.

-¡C-claro!- Contestó tartamudeando el menor tratando de no ocasionar problemas.

Segundo era que en cuando abra la puerta y le caiga una cubeta llena de pescado.
Consistieron diferentes bromas ocasionándole varias heridas al menor, Bakugo no les daba importancia y seguía aquella semana de "juego" para él y sus amigos.

Toda la semana sucedió con varias bromas, el viernes Izuku ya no aguantaba, solo una maldita semana y seguía sin poder parar esas malditas bromas. Para el colmo, uno de los amigos de Katsuki le había lanzado un balde de agua con sanguijuelas desde el segundo piso. Ahora se encontraba en los sanitarios masculinos tratando de no llorar e intentando encender su celular, el cual anteriormente se había mojado.

-¡Vamos! P-por favor...- Suplicó el menor con una voz temblorosa y al no obtener respuesta de aquel celular, suspiró pesadamente , miró el espejo viendo su reflejo para así murmurar. -Eres débil...- Se reclamó. -¡Soy un idiota!- Exclamó así recordando cuantas veces su 'amigo' casi le rompía un hueso.

Recordó lo que un día le dijo el rubio cenizo.
"¿Sabes que? Si puedes tírate de un punte" Aquellas palabras se repetían en su mente una y otra vez. "¿Sabes que?Si puedes tírate de un punte ,¿Sabesque?Sipuedestíratedeunpunte¿Sabesque?Sipuedestíratedeunpunte¿Sabesque?Sipuedestíratedeunpunte..." Una y otra jodida vez.

-¡NO!- Exclamó Midoriya para cerrar sus ojos con fuerza y así suspirar calmándose. -E-eso no s-sucederá...- Se murmuró para así mirar de nuevo su reflejo, un cuerpo lleno de marcas rojas, otras moradas, alguna que otra herida, sin mencionar las anteriores que Katsuki le había hecho.

¿Razón por la que no siguió el consejo?
Fácil, Tiene un sueño, tiene una familia, y eso nadie se lo quitaría.

Volvió a suspirar pesadamente, salió de aquel sitio evitando a las personas.
Volvió al aula encontrándose con su mochila mojada, dándole así una gran tristeza para acercarse rápidamente sacando las cosas y encontrándose con su libreta, la cual obviamente se mojó.

-Idiotas...- Murmuró para así mismo y volvió a guardar sus cosas de nuevo para así largarse a casa.

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Rato después
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-Izuku... Cariño...- Habló una mujer de estatura un tanto baja, al encontrarse con su hijo con la ropa mojada y algunos moretones, junto con la mochila en mano la cual escurría agua.
Sin duda alguna, la mayor se lanzó hacia su hijo abrazándolo.

-Okasan...- Murmuró Midoriya para así corresponder el abrazo.

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Rato después, el varón se encontraba tomando una ducha, la mayor se propuso a lavar el uniforme el cual Midoriya aceptó. La mayor empezó a tomar algunas precauciones y así pensar algunas otras cosas.

-Cariño- Llamó la mayor a su hijo captando la atención del menor, el cual hace un rato había salido de la ducha.

-¿Si?- Preguntó el menor mientras secaba su cabello revoltoso con una toalla el cual traía en su cuello desde hace rato.

-Te cambiaré de instituto- Soltó sin más.

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Atte: Galaxy