El bebé de Yoongi | ((Yoonkook oneshot))

Pt. 1

—Cariño, saluda a Yoongi—La mamá de Jungkook dijo mientras acercaba a su pequeño hacia el hijo de su amiga. —No seas tímido, anda.

Con los ojos preocupados Jungkook se quedó estático en su lugar mientras jugaba con sus manitos. El lindo niño de ojos gatunos frente a sus ojos lo miraba con el ceño fruncido haciendo que fuera difícil hablarle.

—Yoongi, sé gentil. Jungkook es cuatro años menor que tú. No puedes ser tosco con él como lo eres con Taehyung—dijo Lisa para ir hacia la cocina y dejar a los dos niños solos.

El niño mayor refunfuñó asintiendo hacia su mamá que se iba para observar al chico que estaba frente a él.

¿Porque era más pequeño que su primo no podían jugar a la lucha?

Yoongi pensó que iba a ser aburrido jugar con el niño de siete años. Iba a ser difícil que Jungkook siguiera cada uno de sus movimientos. Era muy pequeño.

Yoongi hizo una mueca. Él quería un amigo grande, no un niño que se parecía a su cachorro Holly.

—Ven, vamos a jugar en mi habitación.

Sin esperar el permiso del niño, Yoongi lo arrastró con él tomándole de la mano para subir las escaleras y llegar a su habitación. Él rubio no tenía mucha paciencia para esperar a que el pelinegro moviera sus cortas piernas.

—¿Sabes jugar al PlayStation?—Yoongi estaba a punto de decir que mejor lo mirara jugar, pero fue una sorpresa cuando Jungkook movió su cabeza en afirmación.

—¿De verdad sabes jugar?—achicando sus ojos Yoongi preguntó sin creerle del todo. El niño parecía ajeno al mundo de los niños grandes.

—Si...—Jungkook susurró. Fue casi un milagro que Yoongi lo oyera.

—Pensé que eras mudo—Yoongi dijo con una sonrisa, haciendo que Jungkook bajara tímidamente su mirada. —Está bien. Juguemos al Fifa.

Yoongi prendió su juego y llevó de la mano al menor hacia su cama. Aunque tenía sillón iba a ser incomodo jugar en un espacio apretado.

Con el pasar de los minutos Yoongi fue perdiendo varias partidas contra Jungkook haciendo que lo mirara mal.

—Has jugado muchas veces este juego, ¿no?

—A veces juego con mi primo Namjoon.

Yoongi lo miró mal. Había pensado que era un novato. Cuán equivocado estaba.

—Esta vez no seré suave, niño. Voy a ir por todo.

Los dos niños pasaron el rato jugando como dos horas. Con cada minuto que pasaba congeniaban cada vez más. Para la sorpresa de Yoongi Jungkook le gustaba. Era muy lindo. Hacía muecas que le hacía reír y jugaba tan bien como él.

Le gustaba, Quería jugar todo los días con el pequeño de sonrisa de conejito.

Los dos niños jugaron unos minutos más entre risas y empujones hasta que la mamá de Jungkook llamó al pequeño para irse.

—¡Despídete de Yoongi y bajas para irnos Kook!—la mamá de Jungkook gritó por las escaleras.

—Yooni, no quiero irme—Tan pronto la mamá del pequeño llamó, Jungkook hizo un puchero que fue imposible ignorar. Yoongi acarició las mejillas del menor con suaves toques para tranquilizarlo. No quería que Jungkook se pusiera triste.

—Tampoco quiero que te vayas, Kook.

El pequeño azabache se separó de sus toques y de un impuso con sus pequeñas manos envolvió el cuerpo del rubio. Escondió su cabeza en el pecho del mayor y se acurrucó escuchando los latidos de su hyung.