Termine de ducharme, salí de la ducha, me recogí el pelo y me puse mi pijama, el cual era un pantalón corto negro y una camisa de manga larga gris. Salí del baño y me dispuse recorrer el pasillo para llegar a la habitación de Eren. Al entrar vi a Eren apoyado en el pequeño balcón de su habitación, entre con cuidado para no hacer ruido y me acerque a el cuidadosamente ya que quería darle un susto, cuando apenas estaba a su lado suspiro en voz baja.
-Aah seguro que es súper mona durmiendo, ojalá verla-
-¿A quien quieres ver durmiendo?- Pregunte con curiosidad y ladeando mi cabeza ligeramente.
-Eh.. eh a nadie- respondió avergonzado.
-¿Me querías ver a mi?, seras pervertido- dije de forma burlesca.
-No es eso- Respondió sonrojado.
-Que otra cosa va a ser, eres un pervertido-
-No es eso sino que...-
-¡¿Que?!- interrumpí.
-QUE TE QUIERO- Dijo en voz alta.
Hubo unos segundos de silencio y tan solo se podía escuchar la suave brisa que nos azotaba en la cara, él estaba mirándome con ambas manos en la boca tapando gran parte de su hermoso rostro, yo le miraba a los ojos.
-Eren, ¿Es enserio?-pregunte con los ojos llorosos.
-Si... lo siento si te hize llorar no quería que te...- Decia nervioso.
-YO TAMBIEN TE QUIERO EREN- Dije sonrojada e interumpiendole.
-¿Encerio?- preguntó desconcertado.
-S..si- dije cabizbaja.
Los dos quedamos en silencio y empezamos a acercamos lentamente, Eren me cogió de la cintura con ambas manos y yo puse mis brazos sobre sus hombros, los dos no mirábamos a los ojos hasta que cerré los ojos y sentí el suave tacto de sus labios y sentí como conectamos nuestras almas.
En ese momento se abrió la puerta de golpe.
-QUE HACES PUTAAA-??
Nos giramos.
-¿¿¿MIKASA???-Gritamos a la vez.
Mikasa comenzó a correr hacia nosotros, alzo su brazo izquierdo haciendo ver que en la mano tenía un cuchillo de cocina. Ese momento lo recuerdo a cámara lenta, el cuchillo acercándose, Eren intentando pararla y el cuchillo clavado en mi hombro...
Continuara...
