Cambios

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En primer lugar, odio a Mike desde que lo vio

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En primer lugar, odio a Mike desde que lo vio. Demasiado amable, increíblemente atractivo y estúpidamente inocente. Así que hizo lo que era normal cuando alguien ocupaba sus pensamientos y lo hacía sentir incómodo. Destruir.

En realidad, Pete era el menos bélico del grupo, pero hasta él tenía sus límites. Y si Mike era el epicentro de todo lo que debería odiar y, obviamente odiaba, pero también le estaba prestando demasiada atención; entonces Pete debía tomar cartas en el asunto. Quitarle la sonrisa de la boca, la mirada de control y la postura relajada. Destruir lo que Mike amaba, minar su seguridad, volverlo un mortal.

Y disfrutar cada maldito segundo de ello.

Pero también había perdido el control en todo el asunto. Porque sin Mike, la sociedad de los vampiros se hizo de un nuevo líder. Uno radical y cruel. Ravyncrowe, Conde Ravyncrowe, para ser exactos, quien incrementó el grupo de niños vampiros y se volvió una amenaza. Mientras el resto de conformistas jugaban a ser magos, elfos y otras ridiculeces, los niños vampiro invadieron el cementerio, profanaron mausoleos y se apropiaron de todo el lugar. Algo que definitivamente jamás hubiese pasado con Mike al mando. Aun así, los góticos habían levantado la ceja ante la noticia y actuaron como si no les importase. Estúpidamente creyeron que Ravyncrowe y su liderazgo serían igual de inofensivos que en los tiempos de Mike. El pacifista y correcto.

Error.

Los vampiros los atacaron. Encerraron a Michael en un mausoleo pequeño, noquearon a Pete para tomarlo prisionero, Firkle terminó hiriendo a la mayoría de sus captores antes de que lo inmovilizaran y francamente lo aterrasen y a Henrietta la secuestraron. No, no solo eso. Ese conde había planeado todo eso para tomar a Henrietta para él.

Después de un humillante rescate, hubo un acuerdo silencioso entre los góticos de que era mil veces preferible tener a Mike que a ese manipulador como enemigo.

Personalmente, Pete había estado dispuesto a ir él mismo por el antiguo líder y ordenarle que tomase el control de esos vampiros. Mike nunca hubiese permitido todo lo que pasó. Él tenía un código, ética y un sentido de la moral muy alto. Fastidioso e ingenuo, pero era alguien correcto.

Tal vez para ese momento Pete debió admitirse que sentía algo por Mike. Pero obviamente no lo hizo. En realidad, fingió que no se había sentido tranquilo cuando vio a Mike de vuelta. Sin darse cuenta de ello, sus pies lo arrastraron frente al chico y le exigió que le diese su número. No le explicó por qué y Mike no se atrevió a preguntar. Pero de esa manera, si algo llegaba a pasar otra vez, por lo menos podría saber dónde estaba ese niño bonito de colmillos falsos y así no estar preocupado.

Obviamente se vengaron del ataque recibido. No con todos los vampiros, pues era obvio que ellos solo eran ingenuos, como la mayoría en ese pueblo, dispuestos a seguir a cualquier. Así que después de una serie de venganzas en contra de Ravyncrowe, este desapareció. Pete nunca supo si fue a causa de las cosas que le habían hecho u otra persona había ido un poco más lejos vengándose. Después de todo, Ravyncrowe se había hecho del poder ganándose algunos enemigos en el proceso.

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