Advertencia: Lenguaje vulgar / insultos
Era un día soleado.
Era un día muy soleado, incomodamente caluroso, aunque esto no molesto a Jim, estudiante de la primaria Jenston, que iba camino hacia su escuela esa mañana.
Usualmente el chico viajaba junto a su madre y su hermano Tim, que basta decir que eran gemelos, pero hoy se despertó temprano y decidió ir el solo, ya que había hecho esto varias veces cuando su madre se tenía que quedar con su gemelo debido a una fuerte fiebre así que el no tenía problemas con el camino.
A la distancia, el joven logro reconocer la figura del edificio escolar, que era tan viejo que más de una persona pensó que estaba en dehuso, que en su tiempo fue un castillo y que a día de hoy no había sido destruido por respeto al supuesto antiguo reino.
Esto, claramente, ocurría en los fines de semana o feriados, ya que en la semana se podían ver a los estudiantes correr y jugar en el patio, que tenía su propio jardín que a los niños tanto les gustaba maltratar, con árboles más viejos y secos que su mismísimo director, pero flores tan jóvenes y suaves como la remera favorita de un niño cuando su madre la saca del lavarropas después de haberse ensuciado tanto mientras este jugaba fútbol con sus compañeros.
El edificio estaba elevado tres metros del piso, con escaleras sucias de huellas de botines manchados en barro y envoltorios aún pegajosos de chupetines que daban a la entrada principal, una gigante puerta de madera de roble ya gastado con una placa de lo que solía ser oro, pero ahora estaba oxidada, rayada y había tomado un color más anaranjado y tierra, que tenía el nombre de la escuela grabado en esta.
Nadie realmente sabía si esto se hacía por una cuestión estética o para evitar catástrofes naturales tales como una inundación, pero definitivamente sabían que le daba un toque más antiguo, como si estuviera gritando que tan poderoso e importante era para el mundo en ese entonces.
No mucho antes de que el reloj (tan antiguo que seguía marcando la hora en números romanos) diera las 8, los alumnos estaban formados por grados mirando en filas de chicos y chicas hacia la entrada, que era donde estaba colocado el mástil con la bandera argentina, tan gastada y rota que uno creería que fue la misma usada en la revolución.
Todos esperaban a que el director diera el comienzo del día, pero antes se debía cantar el himno nacional por cuestión de respeto hacia nuestros padres fundadores y por tradición antes de que los maestros pudieran dejar el patio techado con sus alumnos.
Jim noto que su hermano no había llegado, lo que le daba a pensar que talvez se resfrío de vuelta o talvez su madre lo dejo faltar por el día, de igual manera iba a estar el solo por hoy.
Luego de esto, el día transcurrió de igual manera que siempre, solo que esta vez había faltado la profesora de matemática, que se había agarrado una fiebre (llegados a este punto, Jim asumió que si el clima no mejora, se enfermarian más docentes y alumnos) lo que llevo a que los alumnos de 6° grado tuvieran dos horas reloj libres de hacer lo que quieran, aún asi respetando las reglas de la escuela.
–«Che, che Jim, dale boludo, atendé»–
De alguna manera, el estudiante logro diferenciar la voz de su amigo entre todo el barullo que llenaba el aula en ese momento.
–«¿Que mierda querés ahora, José?»– Respondió el chico mientras se daba vuelta en su silla para darle la cara, que no mostraba ni una pizca de interés, al compañero que lo llamaba –«Si no es nada importante, entonces no jodas»–.
–«Traje las cartas que prometí traer el anterior viernes, ¿que no querés jugar ahora que si las tengo boludo?»– Dijo el alumno más rellenito, ligeramente inclinándose al chico con un tono que Jim solo supo identificar como burla y decepción.
Después de unos segundos de mirarse fijamente, José dejo salir un largo sonido de queja mientras buscaba alguna silla sobrante en el aula para así poder ocupar el espacio vacío en el banco de Jim, quien a este punto ya no le importaba compartir el banco con el molesto morocho.
–«¿Vino Tim hoy? Que no lo veo en ninguna parte?»– Dijo el amigo de José, que se estaba acomodando en la sucia silla sin respaldo que fue lo único que logró encontrar, soltando pequeños gruñidos en medio de la oración.
–«Ni idea, se agarró una fiebre o algo con esta humedad»– Le respondió Jim sin saber, pero sin importarle tampoco.
No tuvieron mucho tiempo para hablar ya que tres fuertes golpes a la puerta callaron a todo el aula y capto la atención de todos los alumnos. Después de eso la persona no espero por permiso y decidió entrar como si de su propia casa se tratará.
–«Hoooooolaa- esperen, y la profe?»– Pregunto una joven que parecía tener un poco menos que 18, pero no más joven que 15. Su corto cabello ondulado rebotaba cuando dió dos vueltas para despues darse cuenta de que no había ningún docente en la sala.
–«No me digan que faltó la profe, justo hoy» La frustración dominó todos los rasgos de su cara, y no tomo nada más que las cabezas de los niños asintiendo para que empeorara más de lo que ya estaba –«¿Saben que? ya ni importa, no sé de qué grado son pero me vale un cojón y medio así que, nos vemos es Disney cabros».
Sin decir ni una palabra más, la chica empezó a caminar hacia atrás, sin romper contacto visual con los presentes en la habitación. No llegó muy lejos de todas maneras, dado a que chocó con el pecho de otra persona que nadie escucho llegar al aula.
El impacto no fue lo suficientemente fuerte como para desequilibrarla, pero si la hizo saltar en su lugar dado al susto de la aparición de esta alta persona sin ningún aviso previo.
Entonces una voz grave, ronca y en necesidad de café, habló:
–«Hola chicos, parece que me voy a quedar con ustedes por lo que resta del día».
N/A: Gente, se notará (si leyeron la historia original) que cambie varias de las cosas, incluidas los personajes y el ritmo al que va la historia. Pero entiendan que esto es una adaptación y que quiero que la disfruten, lo cual me obliga hacer unos cambios que yo creo necesarios, así que por favor, aguantenme, y si no quieren entonces vayanse porque nadie los obliga a leer esto :).
Sin nada más que decir, me despido.
Adiós gente
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[Locos en la superficie] -adaptación-
أدب الهواة(Portada temporal hasta que el autor decida encontrar una adecuada) Este libro es una adaptación de una historia escrita por Jere_640, la cual en mi opinión, decidí que necesitaba unos cuantos cambios. Esto de ninguna manera es una ofensa hacia...