Capítulo 5

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Sonó la campana del tren, avisando que va a partir, por lo que no terminaron lo que estaban a punto de almorzar y salieron echos una bala hacia afuera del tren. Así que en si no paso nada.

Narra Draco
Estaba a punto de besarla, pero nos interrumpio la campana del tren, salimos corriendo y fuimos a subirnos a unas carrozas para ir al colegio, hicimos fila y lamentablemente a Rachel no le tocó en el mismo mio, quedo con Cara rajada y su club de nerds. Yo en cambio estuve con Nott, Zabini y la lunática de Lovegood.

Narra Rachel
Me hicieron subirme a una carrosa con los perdedores de gryffindor, osea Hermione, Harry y Ron el vago.

Me miraron con curiosidad y yo suponí que fue por nuestro encuentro en la final de quidditch.

-¿Y que onda tu y Malfoy?- dijo Hermione alzando las cejas
-Nada que te interesa, muggle- dije con indiferencia
-Deja de molestarla por merlin- dijo Ron enojado
-Solo cierren la boca, no somos amigos y no lo seremos.
-Y no queremos serlo¿te gusa Draco, Snape?- preguntó Harry
-Como si ustedes nunca hubieran besado a alguien-asumí divertida
-No somos como tu, Snape- asumió Harry
-Zorra, como todos la conocen- dijo Ron a la defensiva
-Ustedes no me conocen, si no saben no opinen, nadie les pidió la opinión, Sangres sucias- admití con enojo.
-El punto es que si sabemos, nos han molestado por años y creo que si no hubieramos llegado seguro lo hubieran hecho- dijo Hermione con burla
-Y que si lo hubieramos hecho, no le influye en nada las relaciones de otros-
Al momento de decir eso se callaron y no volvieron a hablar, hasta que llegamos al castillo.

Encontré a Draco en el gran comedor, me senté a su lado.

Empezó la selección de casas para los niños de primero.

Narrador omniciente
La boca de Dumbledore se crispó un poco en las comisuras.

Luego prosiguió:
—Como cada año, quiero recordaros que el bosque que está dentro de los
terrenos del castillo es una zona prohibida a los estudiantes. Otro tanto ocurre con el pueblo de Hogsmeade para todos los alumnos de primero y de segundo.
»Es también mi doloroso deber informaros de que la Copa de quidditch no se celebrará este curso.

—¿Qué? —dijo Draco sin aliento.
Miró a Rachel y Blaise, sus compañeros del equipo de quidditch.

Le decían algo a Dumbledore moviendo sólo los labios, sin pronunciar ningún sonido, porque debían de estar demasiado consternados para poder hablar. Dumbledore continuó:

—Esto se debe a un acontecimiento que dará comienzo en octubre y
continuará a lo largo de todo el curso, acaparando una gran parte del tiempo y la energía de los profesores... pero estoy seguro de que lo disfrutaréis
enormemente. Tengo el gran placer de anunciar que este año en Hogwarts...
Pero en aquel momento se escuchó un trueno ensordecedor, y las puertas
del Gran Comedor se abrieron de golpe.

En la puerta apareció un hombre que se apoyaba en un largo bastón y se
cubría con una capa negra de viaje. Todas las cabezas en el Gran Comedor se volvieron para observar al extraño, repentinamente iluminado por el resplandor de un rayo que apareció en el techo. Se bajó la capucha, sacudió una larga melena en parte cana y en parte negra, y caminó hacia la mesa de los profesores.

El extraño llegó hasta Dumbledore. Le tendió una mano tan toscamente
formada como su cara, y Dumbledore la estrechó, murmurando palabras que no consiguieron oír. Parecía estar haciéndole preguntas al extraño, que negaba con la cabeza, sin sonreír, y contestaba en voz muy baja.

Dumbledore asintió también con la cabeza, y le mostró al hombre el asiento vacío que había
a su derecha.

El extraño se sentó y sacudió su melena para apartarse el pelo entrecano
de la cara; se acercó un plato de salchichas, lo levantó hacia lo que le quedaba de nariz y lo olfateó.

A continuación se sacó del bolsillo una pequeña navaja, pinchó una de las salchichas por un extremo y empezó a comérsela.

Su ojo normal estaba fijo en la salchicha, pero el azul seguía yendo de un lado para otro sin descanso, moviéndose en su cuenca, fijándose tanto en el Gran Comedor como en los estudiantes.
—Os presento a nuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes
Oscuras —dijo animadamente Dumbledore, ante el silencio de la sala— el profesor Moody.

Lo normal era que los nuevos profesores fueran recibidos con saludos y aplausos, pero nadie aplaudió aquella vez, ni entre los profesores ni entre los
alumnos, a excepción de Hagrid y Dumbledore. El sonido de las palmadas de ambos resonó tan tristemente en medio del silencio que enseguida dejaron de aplaudir. Todos los demás parecían demasiado impresionados por la extraña apariencia de Moody para hacer algo más que mirarlo.

Narra Rachel
Estaba muy enojada por dentro, primero la gente se mete en cosas que no le incumben, segundo, Ronnald Weasley me dijo Zorra (aunque es verdad) y tercero tendremos a un loco de profesor de defensa contra las artes oscuras.
-Ya me cayó mal- dije enojada
-¿Tu crees que a mi no?- dijo Zabini
-Seguramente nos tocará a primera hora esta estupidez- dijo Draco
-Deberian enseñar artes oscuras- dije mumurando
-¡Qué!- dijieron mis tres amigos al mismo tiempo
-¿Qué?, no se dan cuenta que podemos batallar las artes ocuras con más artes oscuras, ¿o soy solo yo que piensa eso?-admití de mala gana
-Eso tiene sentido si viene de tu boca- dijo Draco
-En realidad, tienes razón- dijo Nott
-Pero, yo si tengo oportunidades de aprender artes oscuras, mi padre es Snape- dije con sentido en mi tono de voz
-Eso creo- admitió Draco
-y asi podre matar muggles-
-no eres capas-dijo Draco indiferente.

Luego de esa muy incómoda conversación, nos fuimos a nuestra sala común.

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Wiii me gustó mucho este capítulooo.
Pregunta:
¿cómo es su varita?

La Hija De Severus Snape Donde viven las historias. Descúbrelo ahora