Cómo no teníamos casa propia, ni dinero, ni amor propio, y ni un pinche chicle decidimos que Rectángulo volvería como perro con la cola entre las patas a Disni, a lamerle las botas y regalar las botas trivaleras que me robé.
Llegamos y apenas llegar sucedió algo horrible. Un montón de señores con traje de leopardo se me acercaron.
Para hacerme firmar unos contratos.
-Felicidades señorita cubo, ahora es propiedad de Disni, tan solo al cruzar esa puerta es nuestra, incluyendo su páncreas.
Entonces toda confundida miré a Rectángulo y :0 él me miraba muy sonriente.
-Nunca te amé Cuadrado Rodríguez Cubo, solo te traje para que fueras propiedad de Disni y me pagaran mucho hermoso dinero.
Y lloré y lloré mientras le vendía mi páncreas a Disni.
-¡No tan rápido!- y entonces mi héroe apareció, Míster Maker.- Porque yo tengo Derechos de autor y ese cubo me pertenece.
-Nel amigo, más suerte la próxima, ya sobornamos al juez, y si no te vas te compramos el peinado.
Y mi amor platónico se fue :' (
Y me quedé sola, sin amigos, ni amorsh, ni alma, ni autonomía. Así que lo último que quedaba por hacer era...
"Por favor virgencita que Rectángulo se de cuenta que no debe negociar con mi libertad porque eso es malo, y nadie quiere a los malos"
"Alv que buen argumento" escuché debajo de mí y vi UNA ROSA
"¿Y está Rosa? Deduciré que no es un milagro, sino que Míster Maker la trajo para mí, por eso lo esperaba con la carita empapada, que llegara con rosas, con mil rosas para mí. Pero el hijo de su madre es tan pobre que solo trajo una alch.
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Amor en tiempos de Míster Maker
FanfictionNel pastel. No hay sinopsis. Haré el típico truco de obligarte a sumar vistas a mí historia a través del morbo y la curiosidad, forzándote leer el primer capítulo. Así de pendejas se ven cuando no ponen sinopsis. Por fa ya no hagan eso, los amo per...