Después de una larga agonía, he caído en cuenta de todo el sufrimiento que me aquejaba.
Ni siquiera ella me había hecho tanto daño.
Tus promesas eran vacías.
Decías quererme y respetarme.
¡Ni madres de respeto!
¡Ni madres de cariño!
Quizá...
Sólo quizás fue un tiempo que me demostraste algo de amor.
Ahora solo quedan esas cicatrices de la tortura eterna que me condenaste a vivir.
Una puñalada.
Una traición.
"Preferiría que sea un tercero o tercera en discordia..."
"Pero no haber sido yo el que te hizo daño."
Sí, como no.
"Sé que eres fuerte, y lo superarás."
Como de costumbre.
"Lo superaremos juntos, como siempre lo hemos hecho y todo será como antes", me dijiste mientra tomaste mi mano y me mirabas con los ojos como cachorro regañado.
Ajá, venga.¡Cuéntame otro chiste, para que me ría con ganas!
¡Por la mierda, eres un cínico enserio!
Como si tu ofensa fuera tan fácil de perdonar...
Me has envenenado desde un principio, y yo caí en tu juego...
Oh, pequeña niña de cabello color de la noche sin estrellas, al igual que tus ojos... ¿por qué fuiste tan inocente? ¿Tan inexperta e inepta eras? ¿Tanto te hacía falta algo de amor?
"¡Seguro! Seguiremos siendo amigos, pero nada más." Pude ver cómo te desmoralizabas con esa frase.
"Pero ¿por qué?" ¿Ya no me quieres?"
"También tengo amor propio, y una vida." Te miré a los ojos tratando de estar tranquila. "No negaré que te quise mucho... pero me lastimas."
"¿Solo por celos? ¿Vas a tirar 5 años a la basura por mis celos?"
No mames. Tienes que estar chingando, pelotudo cabrón...
"¿Te parece poco?"
"Así es... porque te amo..."
"Yo ya no siento lo mismo."
"¿Desde hace cuánto?"
"No estoy segura... pero no hace mucho dejé de sentir ese amor." Suspiré y te miré dolida. "Además de haberte aprovechado de mí... ¿te parece poco querer alejarme?" tu cara de shock era única. Sí que eres bueno para fingir.
Pero ya no importa...
