Minho, aquel al que el frío del invierno lo abrumaba y sus pensamientos llenaban su mente. Recostado sobre su cama desecha y mirando por su ventana, la luz de la luna iluminaba su rostro, dejando apreciar sus más pequeños detalles. Sus pestañas eran largas y delicadas al igual que su lunar en la nariz, y aquellas marquitas en sus mejillas estaban expuestas ante la noche fría. Con sus manos bajo su cabeza y la brisa del invierno moviendo sus cabellos, él sólo podía pensar en una persona. Aquella de ojos sonrientes y risa contagiosa que ocupaba gran parte de su mente, por no decir toda. De sólo pensarlo, Minho sonreía y deseaba que aquella persona también lo hiciera si pensara en él. Pero de eso estaba seguro; para Minho tendrían que alinearse los planetas para que aquel chico, Han Jisung, se fijara en él. Quisiera poder abrazarlo y acariciarlo, tomarle de las manos y darles besos cuando lo necesitara. Agarrarlo de la cintura y recorrer sus lugares favoritos. Podía imaginar su dulce risa por las mañanas, o su cabello despeinado al despertar a su lado. Caminar y hablar, solo hablar. No importaba si solo era de las estupideces más mínimas, a él le interesaría igual.
Minho sostenía la teoría de que en invierno, otoño, primavera y verano, Jisung se veía igual de feliz. No mostraba molestia ante el frío, y en el verano no se quejaba del sudor aunque esté recorriendo su rostro. Jisung era brillo siempre. Y a Minho le encanta eso, le encanta todo su ser. Por eso, a la noche, cuando Minho se siente apagado después de un día cansador, piensa en él. Aunque él no lo sabe, Jisung es su brillo y calor en los días de frío. En su mente, el calor de su sonrisa lo reconfortaba mejor que el mismísimo sol. Y ahora, aún con sus vagos pensamientos y su vista perdida en la fría luna de invierno, sentía sus párpados aflojarse para que finalmente sus ojos se cerraran por completo ante su realidad sin Jisung.
Pero en sus sueños, los ojos de Jisung eran sólo para Minho. Las miradas y sonrisas se las dedicaba a él. Eran sólo ellos dos, se creaban su propio mundo donde conectaban con tan sólo mirarse. El roce de manos tímidas era un momento lleno de magia, y los labios del menor acercándose a los suyos era lo que Minho llamaba su sueño perfecto. Porque los sueños de minho eran una utopía, su utopía que nunca se haría realidad. Su utopía que se desvanecía al despertar, y caía de nuevo en la oscuridad de su vacío corazón. Y Minho lloraba, realmente no deseaba hacerlo, pero aquello era más fuerte que él. Como siempre, se rendía. Se quedaba nada más con el bonito recuerdo de haberlo tenido en sus brazos en el sueño que tenía cada noche. Guardaba aquella sensación por el resto del día, porque según él, lo mantenía seguro y a salvo. Y por sobretodo vivo, Jisung lo mantenía un poco más vivo.
Lee Minho bajaría la luna por Han Jisung.
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Stray Kids ; ¡ O.S !
Fanfic• one shoots/textos de stray kids. • frecuencia de minsung, changjin y chanin ¿? • nDEAAAAA