Capitulo II

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----Narra Oliver----

El lugar es muy concurrido, el clima es muy distinto al de California, tiene tantos lugares que creo que no me alcanzaría el tiempo para poder visitarlos todos, debo concentrarme, ya tendré el suficiente tiempo para hacerlo después. Empiezo a tomar cientos de fotografías, cuando de pronto en una banca, una mujer de cabello castaño rizado, piel blanca como la nieve, un rostro tan fino, unos ojos negros que te cautivan y una figura muy bien formada y vestía vestido corto de color blanco, que se acentuaba muy bien a sus caderas y dejaba ver un poco de su gran pecho. Me quede hipnotizado al ver aquella escultural mujer, sin pensarlo tome mi cámara y comencé a tomarle fotografías, al parecer ella se sentía alagada porque no se negaba a las tomas que le estaba haciendo, luego de un tiempo, ella tomo su bolso, se puso de pie, me sonrió y abandono el lugar.

----Narra Maraya----

El chico quedó cautivado por mi belleza. Era de esperarse, todos quedan cautivados por mí es por eso que puedo tenerlos a mis pies muy pronto.

No pude evitar sentirme halagada por el hecho de las fotografías. El muchacho promete ser alguien con quien lograré divertirme desde hace mucho tiempo.

Tuve que marcharme para dejarle un vacío y hacer que trate de buscarme. Llego a mi apartamento y decido tomar un largo baño en la tina, mientras pienso las maneras en las que podría divertirme con el chico, esos hermosos ojos deben de ser míos.

----Narra Oliver----

Se marchó tan rápido sin decir nada, no tuve tiempo si quiera de preguntarle su nombre o su podríamos volver a encontrarnos.

Sigo tomando las fotografías que salí a buscar, entro a un restaurante a tomarme un café de pronto me parece ver que la chica está al otro lado del restaurante, me apresuro hacia el lugar y ella no se encuentra allí. Debo de estar imaginándola, pero desde el momento en que la vi, se clavo como un aguja dentro de mi mente. Debía encontrarla, debía de saber más sobre ella. Recogí mis cosas y me marche de aquel lugar, hasta llegar a mi nuevo hogar. Había sido un día muy atareado y estaba exhausto, deje mi cámara sobre mi escritorio y me entregue a Morfeo en un sueño profundo.

Los ojos del deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora