----Narra Oliver----
Abrí los ojos. Mire al despertador eran las 7:00 a.m. faltaba una hora para que sonará el despertador. Me puse de pie. Me dirigí al baño, ignorando la erección con la que despierto cada mañana por tener la vejiga llena. Me lave la cara e hice todo lo que tenía que hacer. Vi la hora nuevamente. Sólo habían pasado 5 minutos. Me acerque a la ventana. Deslice las cortinas para ver el día. Parecía que sería un grandioso día. El cielo estaba despejado, el sol estaba radiante, las avecillas cantaban. Abrí la ventana. Vi hacia el edificio de frente. Fue entonces cuando la vi. La chica de las fotografías. Vivía frente a mi apartamento. Estaba desnuda pintándose las uñas, su escultural figura se encontraba descubierta. Sentí como su mirada se clavo en mí. Sonrío y se aparto de la ventana. Su imagen desde ese instante se clavo en mi mente. La alarma del despertador sonó y me saco de mis pensamientos.
----Narra Maraya----
No podía dejar de pensar en esos hermosos ojos. Me levante de la cama de mala gana. No tenía apetito. Hacía un calor insoportable. Me deshice de la ropa que traía puesta. Y decide pintarme las uñas frente a la ventana. Esperaba correr con la suerte suficiente para que el muchacho de los ojos café. Luego de transcurrido poco tiempo el muchacho se asomó a la ventana. La suerte estaba a mi favor. Se petrifico al verme ante él. Al instante me reconoció. Deje que me observara un tiempo. Luego me aleje de la ventana dejándolo plasmado con la vista al frente. Sonreí satisfecha. El juego estaba por comenzar.
----Narra Oliver----
Luego de darme un baño. Tome mi cámara y mi portafolio con algunos de mis trabajos. Estaba decidido a buscar un nuevo empleo de medio tiempo. El incidente con la chica del apartamento de enfrente ya había sido olvidado casi por completo. Debía concentrarme en obtener un empleo. Salí del lugar y me dirigí hacia el centro. Mientras caminaba encontré un letrero donde solicitaban fotógrafo para un diario local. Decidido me presente al lugar. Mostré parte de mi trabajo. Al jefe del lugar le agrado y decidió darme una oportunidad. Trabajaría por las tardes. Estaba feliz había logrado una de mis metas. Sólo faltaba inscribirme en el taller de fotografía y aplicar a la universidad para poder alcanzar mi meta. El resto del día transcurrió con normalidad. Había olvidado el incidente de la mañana. Luego de un largo y agotador día. Decidí acostarme a dormir antes de la hora acostumbrada. Estaba ansioso con lo que me depararía el destino para el día de mañana.

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Los ojos del deseo
ChickLitOliver es nuevo en la ciudad de New York, quiere comenzar de nuevo en una nueva ciudad, pero sus planes darán un giro inesperado, cuando conozca a Maraya, su vecina, ella despertará en el deseos incontrolables y lo llevará al borde de la locura.