Nos conocemos desde hace 3 años. Y todo empezó un día en un club...
"Natalia no bebas mas, mira como estas" dijo casi gritando ya que la música estaba demasiada alta. "Javier no seas aguafiestas.. Jajajaja, relájate" en ese instante se me acercó un hombre y me invitó a bailar. A lo lejos vi a Javier pedir una cerveza mientras me observa fijamente.
El hombre y yo caminamos al centro de la pista de baile. Él me agarró por mis caderas y me acercó, yo me di vuelta para que mi trasero estuviera pegado a él. Bailábamos lento al ritmo de la música. Me dejé llevar... El empezó a besarme por el cuello y la sensación era intensa por tanto alcohol que había tomado. Me empezé a morder el labio y el lo notó. Me volteo pero nunca dejamos de bailar. Nos quedamos frente a frente y el tenía esta única sonrisa atrevida, que me volvió loca. Empece a sonreír y me acerqué para besarlo. Él enredó sus dedos en mi pelo y me acerco mas, cuando llegó Javier y lo arruinó todo. "Nos vamos... ¡AHORA!" "¿Que carajos te pasa? Estoy bailando... ¿No ves?" Le dije bastante molesta. El hombre con quien estaba bailando dijo "amigo creo que estas demás, como puedes ver ella está en buenas manos" y le guiñó el ojo. Javier se enfureció y le pegó tan fuerte que la nariz le empezó a sangrar. "JAVIERRR..." "Dije que nos vamos." Me agarró por el brazo y me llevo hasta el carro.
Javier condujo en silencio hasta su casa. El silencio era horrible. Yo estaba un poco desorientada por el alcohol pero sabía que Javier estaba molesto por alguna razón. Cuando llegamos a la casa, Javier me abrió la puerta y me ayudó a llegar a la habitación. Me acosté en la cama mientras él me quitaba los zapatos.
"¿Cuál es tu problema Natalia? ¿No te diste cuenta que ese tipo solo quería quitarte la ropa ahí mismo?" Decía mientras se quitaba sus zapatos. "No exageres... Solo bailábamos". "Eso no era bailar". Puse los ojos en blanco mientras se acostaba en la cama. "Gracias por dejarme quedar en tu casa, mi compañera de cuarto ronca demasiado." "No me cambies el tema. Tu vales mas que eso Natalia, te mereces un hombre como..." Dejo las palabras en el aire y yo sin pensarlo completé la frase "como tu... ¿no?" "Exacto como yo." Me reí a carcajadas y el se me acercó. Javier estaba tan cerca de mi que podía ver todas las distintas tonalidades de azul que tenían sus ojos. " ¿Qué te causa tanta risa?" "No eres un príncipe que digamos" dije riéndome dentro de mi. Ahí fue cuando sucedió me besó. Un beso tan delicado y tan hambriento al mismo tiempo. Un beso que me quitó el aliento... Javier subió su mano por mi muslo desnudo, metiendo su mano bajo mi traje lentamente. Sentía como una corriente de emociones arrasaba con todo mi cuerpo. Sus manos eran expertas, parecía que me conocían muy bien. "¿Qué hacemos?" "Shh.. No tan fuerte." Esa fue la primera vez que me dijo esa frase. Me derretí en sus labios y deje que me desnudara. Esa noche fue larga y apasionada.
