Capitulo 3

21 0 0
                                    

Me encontraba atada a una especie de silla. No podía especificar, ya que tenía los ojos vendados.

—¡AAAAAY! —Grite con todas mis fuerzas al sentir una mano acariciando mi rostro. —¿Quien eres? ¿Qué quieres de mi?

—¡Jajajaja! En unos instantes lo sabrás. —Exclamó con una voz grave, forzada.

Estaba aterrada, no tenía idea de que hacer o pensar. Pataleaba y gritaba con todas mis fuerzan, para que me soltaban, pero no lograba conseguir nada. -Suelt...

Me pusieron cinta adhesiva. Ahora no podía hablar, sólo patalear y moverme cómo loca, pero sólo conseguí caerme de espalda. Sentía una jaqueca terrible.

Empecé a escuchar pasos; muchos pasos. Pareciese que había muchas personas. Por lo qué se, era una habitación un tanto grande, ya que el eco duraba un poco en rebotar. Escuchaba risas de varias personas, y hacían sonidos extraños.

Comencé a llorar, de lo aterrada que estaba. Iban hacer un ritual conmigo, o eso creo. De repente sé callaron, supongo que mis lágrimas estaban dando resultados. Después de varios minutos de silencio, me levantaron y sentí escalofríos.

—Esto es mala idea. —Escuche decir a alguien con una voz bastante familiar.

Me quitaron la cinta, enseguida recordé de quien era esa voz.

—¿Richals? —Pregunté dudosa, pero con algo de conformidad, por creer que era el. —¿Eres tú?

The most dramatic birthdayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora