El grupo ya se encontraba tranquilamente en la tranquilidad de su departamento mirando televisión. Lo iban a admitir, por primera vez después de años estaban aburridos, se habían acostumbrado tanto a estar todos los dias en la empresa que ahora ya no sabían que hacer.
-Estoy aburrido.- se quejó Soo alargando la o.- Euni, vamos a salir.- miró a su derecha, donde estaba la chica, pero estaba dormida.- Euni ya hasta se durmió.- se dirigió ésta vez a sus mayores, los cuáles estaban mirando televisión.
-Ah.- le contestó Dak sin prestarle atención.
Él hizo un puchero resignado y sacó su celular. De repente, una chica del staff lo llamó, él se acercó y ella le entregó un sobre. Lo abrió y leyó, inmediatamente se emocionó.
-¡Nuestro día ya no será aburrido!- dijo asustanto a sus mayores.- ¡Euni despierta!
La chica se despertó asustada por los gritos, se enderezo en su lugar y empezó a mirar a su alrededor confundida.
-¿Qué pasó?
-Nos dieron una carta.- le contó Soo emocionado.
Ella lo miró aburrida:-¿Sólo por eso me despertaste? Estaba teniendo un sueño lindo.- se quejó.
-Leenos la carta.- le pidió Suni.
El chico empezó a leerla, emocionandose cada vez más, mientras que los demás sólo se confundían. Se les hacía bastante raro, ya que normalmente esas cosas se las informaban en la empresa personalmente, no mediante una carta.
-Bien, supongo que tenemos que hace nuestras maletas.- habló el líder.
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-Cuando éramos trainees, incluso cuando no éramos tan conocidos, salíamos a la calle sin tener la necesidad de salir corriendo.- habló el líder.
-¿Entonces qué es lo que necesitan?
-Necesitamos tiempo a solas.- volvió a decir, por lo que sus compañeron asintieron de acuerdo.
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Estaban en una camioneta, camino a quién sabe dónde, los habían hecho empacar sus cosas y luego los subieron a una van sin decirles nada. Estaban bastantes confundidos, sólo esperaban que no sea otra de esas bromas que les hacen. Pero para Eun se aclaró todo cuando vio un kiosco al que ella solía ir cuando iba a la escuela.
-Estamos en Hongdae, ¿Por qué nos trajeron aquí?- le preguntó al staff, pero no recibió respuesta.
Se detuvieron de repente, los hicieron bajar y les dieron sus maletas, la van se fue y los únicos que quedaron fueron ellos, cuatro personas sel staff y el camarógrafo. Se miraron entre sí y empezaron a caminar llevando sus maletas. No sabían a dónde tenían que ir, tampoco sabían qué hacían ahí.
-BLACKPINK HOUSE.- gritó Soo cuando pasaron por delante de ésta.
Y ahí todos se dieron cuenta de lo que hacían ahí y se miraron entre sí con una sonrisa complice. El staff conociendolos tomaron sus maletas para que no las rompan. Los chicos comenzaron a correr emocionados mientras que el staff los miraba sonriendo y las demás personas le dirigian una mirada extraña. Eun sintió su celular brivar, lo sacó de su bolsillo y vio que era una llamada de su padre. Contestó sin dejar de correr.
-Hola pa.- lo saludó.
-Hija.- le contestó.- Tienes la respiración agitada, ¿Qué estas haciendo?
-Estoy buscando una casa.-le contestó emocionada.
-¿Una casa?.- le preguntó extrañado.
-Si, ya sabes, sorpresas de YG.
-Ah, ya entendí. Entonces te llamaré luego, suerte. Te quiero.- se despidió.
-Yo también te quiero.- le contestó y cortó la llamada.
Guardó su celular en su bolsillo nuevamente y siguió corriendo, pero se detuvo de repente cuando pasó por delante de una pared de flores violetas, casi negras y en medio de estas una puerta azul. Llamó a sus compañeros y también se detuvieron.
-Creo que es acá.- les dijo.
-¿Y si entramos y no es? Mejor esperemos a que lleguen los demás y les preguntamos.- le respondió Suni.
Se sentaron en la vereda a esperar mientras miraban a su alrededor y hablaban de cómo se imaginaban la casa por dentro. A lo lejos vieron al staff acercarse con sus maletas, por lo que se pararon y, cuando ya estuvieron ahí, les preguntaron si esa era la casa, recibiendo un si por parte de ellos.
Soo fue el primero en entrar, se había emocionado bastante, por lo que prácticamente corrió hasta la puerta y la abrió. Se sorprendió mucho con lo que vio, al mismo tiempo que su emoción crecia. Luego de él fueron entrando sus compañeros, mirando todo con atención.
Luego de la puerta, había unas escaleras de piedra rodeadas por un pequeño jardín. Al final de ellas había dos caminos, se dirigieron al de la derecha y se encontraron con una mesa de campo junto con sus respectivas sillas, ésta estaba rodeada por una especie de carpa transparente. Entraron en ella y vieron que el techo estaba decorado con pequeñas luces.
-Tenemos que comer aquí algún día.- comentó Soo asombrado.
-Ni que lo digas.- le contestó Suni igual que él.
Salieron y volvieron por el camino, dirigiendose ahora al otro. Al final de el había una puerta, por lo que era más que obvio que estaban en la entrada de la casa. Eun abrió la puerta y se adentró seguida de los demás, se sacaron los zapatos y se pusieron las pantuflas que había en un pequeño mueble. Caminaron por el pasillo que los dirigía a quién sabe dónde, Dak miraba las paredes, las cuales eran de color blanco con unos diseños que él pudo reconocer como su logo. Siguieron su camino hasta que se encontraron con un hueco en la pared del lado izquierdo, se acercaron y vieron su primer foto juntos, Suni extendió la mano para tocarla, pero se encontró con un vidrio.
-Es como si estuviera en una exhibición.- comentó.
