『 The Professor's Secret Passion 』 » Gtop

００２

Esta vez los pasos de Ji Yong a la puerta eran tan ligeros como su corazón. Todo lo que él necesitaba era asegurarse que SeungHyun sintiera lo mismo. Y ahora que lo sabía, él podía esperar hasta que SeungHyun estuviera listo para aceptar esos sentimientos.

Antes de alcanzar la puerta, de algún modo SeungHyun llegó a él y tomó el brazo de Ji Yong, girándolo hacia él y empujándolo hacia atrás, hasta que la dura madera quedó detrás de Ji Yong.

La expresión de Ji Yong cambió a sorpresa, ante la intensamente apasionada expresión de SeungHyun, Una onda de calor lo atravesó detonando una explosión de calor en sus bolas. SeungHyun se inclinó hacia su boca con hambre y fuerte urgencia que atrapó al joven fuera de guardia.

Su deseo encerrado se estaba liberando; casi más que un beso reclamado. No se separaron hasta que necesitaron tomar aire.

—Maldición, Ji Yong.— La voz de SeungHyun era gruesa por la emoción. —Se supone que te alejarías.

—Pero no lo hice.

Con sus manos en la puerta al lado de la cabeza de Ji Yong él apoyó su frente en la de Ji Yong y suspiró. —No, no lo hiciste. Algunas veces eres demasiado testarudo para tu propio bien.—Sacudió la cabeza jadeando. —No debería de sentir las cosas que siento por ti.

La satisfacción llenaba a Ji Yong. —¿Por qué diablos no deberías?— Demandó. Entonces rápidamente agregó, —Olvídalo no voy a entrar a esa conversación de nuevo. El punto aquí es lo que yo te hago sentir.— Acarició la mejilla de SeungHyun y vio la aceptación en ese hombre que él había admirado, deseado y querido durante años.

—Desde hace mucho tiempo he querido besarte de esta forma,— SeungHyun admitió con sus ojos cerrados, todavía luchando consigo mismo.

—Entonces debiste hacerlo. Yo te hubiera dejado. ¿Lo sabes?

—Ji Yong....

Ji Yong presionó sus labios contra los de SeungHyun silenciando cualquier protesta que él pudiera hacer. Él logró sacar al hombre de su concha, y ahora quería concentrarse en que siguiera así, mostrándole lo bueno que podría ser.

Profundizó el beso y sus lenguas se movían lentamente, sensualmente, empujándose una contra la otra, ardiendo en la pasión que había comenzado cuando SeungHyun lo empujó contra la puerta continuando lo que Ji Yong había iniciado. Sus penes se abultaron indecentemente; y maldición incómodamente; en sus pantalones. Él no quería saltar sobre SeungHyun tan rápidamente, pero no había manera de esconder su patente erección, estando tan cerca.

SeungHyun debió de leerle el pensamiento porque acunó la cabeza de Ji Yong con una mano y deslizó la otra alrededor de su cintura, jalándolo contra su propio cuerpo. Sus ingles se juntaron, Ji Yong era el yin y SeungHyun el yang, o viceversa, combinando a la perfección, en completa armonía.

La erección de SeungHyun pulsaba contra la suya, causando que el cerebro de Ji Yong temporalmente flotara en un mar de sensual bruma. Dos duros penes frotándose juntos, incluso separados por capas de ropa era tan erótico como el infierno. Pero cuando sus caderas comenzaron a moverse instintivamente, presionando sus ingles juntas, empujándose, la fricción era tan intensa que todo lo que Ji Yong podía hacer era no correrse en sus jeans.

Al mismo tiempo, no era suficiente. Después de meses de doloroso anhelo, él no tenía suficiente, no había probado suficiente, no había tocado suficiente. Eso era como si hubiese abierto una maldita ranura y todo hubiera explotado abriéndose.

Cuando SeungHyun deslizó su mano bajo la camiseta de Ji Yong y acarició su espalda con cálidos dedos, Ji Yong se estremeció de placer. Él jaló la camisa de SeungHyun de la pretina de sus pantalones hasta que finalmente quedó libre, dándole el mismo acceso.