¿Qué contestarías?

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*NARRA OLIVER*

Llegué súper estresado, mi padre no para de decirme que como no me centre me quitará la empresa.

-Que necesito una esposa dice...- bufé mientras lo decía en voz baja.

Entré en mi despacho bajo las atentas y miedosas miradas de todos mis trabajadores. Alexander viene detrás mía.

- Señor, aquí tiene a su secretaria en prácticas.- me dice mientras agarro el café que dejó en mi mesa.

La miro fijamente, dios es hermosa.

- Muy bien, al menos has dedicado tiempo a leer qué café me gusta.- le digo tomando un sorbo.

¡PERO OLIVER! ¡ QUE ESTÁS DICIENDO!.- pensé.

Le hago una señal para que salga de mi despacho.
Fue una sensación súper extraña, ¿fueron nervios?, no puede ser eso, yo NUNCA me pongo nervioso delante de una mujer.

*NARRA LORETO*

Que trabajo más aburrido, no me he levantado de la silla en todo el día, ni siquiera he comido, ya estaba notando la fatiga.

Mañana me despierto antes.- me digo

Estaba viendo unas revistas de la empresa, me encanta la sección de diseño y modelaje supongo que quiero trabajar de ello al terminar la uni.

-Loree, mi amor, ¿quieres una magdalena?.- dice Alexander entrando por la puerta.

Mis ojos se abren de par en par y no hace falta que conteste para saber que sí quiero.

Sonríe y me lleva hasta su despacho, él trabajaba en diseño, se dedica a dibujar cada prenda de ropa y luego mandarlos a crear.
En el centro tenía una gran mesa con muchísimos dulces colocados por secciones: de chocolate, de fresa, dulce de leche....

Miré todos y cada uno de los carteles y al fondo estaban los vegetarianos y veganos.
Salí corriendo hacia ellos y deboré con ansias dos cruasanes.
No había comido nada desde la noche anterior y ya eran las 4 de la tarde.

-Vaya no pensaba que amaras tanto los dulces.- se ríe Alex.

Trago y le miro.

-Pues no, pero me levanté tarde y no me dio tiempo de traerme nada.- respondo.

Al rato vuelvo a mi sitio, ya habían acabado mis treinta minutos de descanso.

Resoplo al ver una gran cantidad de papeles con un cartelito que decía "Ordenalos por orden alfabético. Tienes hasta las 6".

-Que dices loco.- digo en voz alta sin darme cuenta.

Muchos se ríen pero Oliver me mira sin decir ni una palabra.

Después de 2 horas tengo todos los papeles ordenados, faltaban solo cinco minutos para las 5.

Toco la puerta del despacho de mi jefe y me manda a entrar.
Los coloco en su mesa y me dirijo a la puerta.

-Espera.- me dice.

Giro sobre mis talones y le sonrío (falsamente).

-¿Puedo hacerle una pregunta?.- dice.

Retengo las ganas de decirle que ya me había hecho una y le asiento.

-¿Qué le contestarías a alguien que solo conoces de un día si te pidiera matrimonio?.- pregunta mirándome fijamente.

¿Hacemos Un Acuerdo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora