Creadora: @EdenDaphne
Traduccion: @PaulyAgreste
Adrien tenía veinte años cuando se convirtió en Chat Noir y conoció a Ladybug. Cuatro años más tarde, en el momento más difícil de su carrera universitaria, conoce a Marinette Dupain-Cheng.
Una univer...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando Adrien se inscribió en el Gaming Club, esperaba un pequeño grupo de nerds con ideas afines, compartiendo risas sobre juegos clásicos y nuevos.
En realidad, demostró lo fuera de contacto con la vida en el campus. Pero eso era comprensible. A los veinticuatro años, ya con su doctorado en astrofísica y, ocasionalmente, trabajando para la casa de modas mundialmente conocida de su padre, fue increíble que supiera qué día era. Algunos días se preguntaba si su sangre aún era roja y no estaba manchada de marrón con la gran cantidad de café que bebía.
El hecho de que casi se había derrumbado por puro agotamiento la semana pasada había sido una prueba de su gran falta de tiempo, y el regaño que había recibido tanto de su supervisor como de su padre todavía picaba vívidamente.
Lo bueno es que Ladybug nunca se enteró. Ella ya estaba haciendo chistes sobre él convirtiéndose en un 'viejo'.
Aún así, esa fue la razón por la que se encontró a sí mismo bajando las escaleras mal iluminadas, a los niveles del sótano de la universidad, siguiendo los sonidos de un latido pulsante. Era casi como un sueño, surrealista, que la universidad pudiera estar tan llena de energía después de las horas de enseñanza. Adrien se preguntó si había llegado al lugar equivocado, a la habitación equivocada. Claro, los jugadores podrían ser un grupo ruidoso, pero lo que estaba sucediendo en la sala 03B sonaba como un rave.
Él empujó la puerta para abrirla.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡MARI, MARI, MARI!
El pequeño salón de clases se había puesto boca abajo, las sillas y las mesas habían sido empujadas y apiladas contra las paredes con un espacio tallado en el medio como una pista de baile. La pizarra inteligente se había vinculado a una consola y dos alfombrillas de baile, y la pantalla proyectaba el último juego de DDR. A través de la multitud, Adrien pudo distinguir a dos personas en el medio del círculo, en su propia alfombra de baile, enfrentándose a su oponente a los tonos nostálgicos de Uma Thurman . Alrededor del círculo, la gente alentaba a la pareja que luchaba y bailaba a sí misma.
