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Sangyeon se quedó un poco confundido cuando llegó a la puerta

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Sangyeon se quedó un poco confundido cuando llegó a la puerta.
Parecía haber guardias cuidando la puerta, pero por lo que sabía hace años que su padre decidió que tener guardia en la puerta era una pérdida de dinero.

Pero esos uniformes no eran los que usaban los guardias de Cimeria.

Sangyeon recordaba perfectamente esos uniformes porque no hace mucho que los había usado como disfraz.

— A un lado, tengo que entrar. — Dijo el joven queriendo entrar por la fuerza.

— No puede ingresar a menos de que el rey solicite su presencia. — Dice los dos hombre poniendo sus parantes frente al chico. — ¿Tiene alguna invitación? — Preguntaron.

— Soy el príncipe de Cimeria, exijo entrar. — Proclama.

Los dos guardias se miraron entre sí dudando de la legitimidad de lo que decía.

— Ajá y yo soy el rey. — Se burló uno de ellos.

Oh, Sangyeon parecía ir enserio con lo que dijo.

— Iré a preguntarle al rey. — Uno de los guardias dejó su parante de lado para ingresar al castillo.

El castaño estaba frustrado, pero entendía que la labor de los guardias era así, pero lo que no entendía era porque los guardias de Indara estarían en su castillo.

— ¿Qué están haciendo aquí? — Le preguntó el castaño al guardia que quedaba.

— El rey Younghyun nos mandó aquí.
No sabemos nada más. — Dijo completamente serio.

¿Rey Younghyun?

¿Qué clase de arreglos habría hecho si padre con Indara?

El otro guardia no se demoró mucho en regresa.
— Dice que lo espera en el salón del tercer piso. — Dice el hombre.

Sangyeon asintió e ingresó al castillo con un escalofrío recorriendole el cuerpo.

— Déjenme entrar, soy una dama, merezco respeto. — Escuchó una voz perfectamente conocida a sus espaldas.

El castaño no quiso voltear, no quería, solo debía seguir adelante e ignorar lo que sucedía atrás.

— Oppa. — La chica lloriqueó al ver que Sangyeon ni siquiera volteaba a verla.

Pero no podía ignorarla.

— Dejenla entrar, ella viene conmigo.
— Aquello bastó para que los guardias la soltaran y dejaran entrar.

Yeji caminó al interior de castillo acomodando su poncho, no sin antes fulminar con la mirada a los guardias de la entrada.
Sangyeon la esperó y luego ambos caminaron hasta la escalera que estaba justo frente a ellos.

Anarquía I [Stray Kids] OT8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora