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Hace tiempo que se de ti, que te eh amado en silencio, sabes... Por ti me volví el mejor psiquiatra a pesar de mi joven edad, y es que nadie debe de saber este secreto que guardo en lo más profundo de mí. A mis ojos, eres el ser más bello que eh visto, tan perfecto, tan sublime, tan carente de cordura, me excita pensar que pasa por tus pensamientos más profundos. Hace dos días llegue aquí, a este viejo y descuidado psiquiátrico, le queda bien la pinta, sombrío, las paredes de hormigón blanco con la pintura desgastada y corroída con el tiempo, guardando tantos sucesos y siendo testigo del dolor y locura de muchos; está rodeado de un pequeño bosque y una enorme reja lo divide de este, el ambiente es frío y el aire es más frío aun, tanto que no se distingue de afuera o adentro, los pabellones blancos con poca iluminación dan a este lugar ese aspecto lúgubre, perfecto para los carentes de la cordura, no todo es así, en los niveles inferiores están los pacientes más "cuerdos" los que aún tienen cura, los no peligrosos, pero tú, mi hermoso ángel, estás en el último piso, ese piso donde la locura se respira, el aire está impregnado de desinfectante y medicamentos, las paredes son grises y descuidadas, corroídas y mugrientas por la humedad y el descuido, era de esperarse, nadie quiere subir a ese piso. Las lámparas parpadean y los pasillos solitarios solo hacen más oscuro y tenebroso aquel lugar, incluso muy pocas enfermeras suben a administrar medicamentos, muy pocos doctores quieren tratar con los más "desquiciados del lugar" y es aquí donde entro yo, fue una suerte que me dejaran llevar tu caso, y mas aumento mi felicidad al saber que el lugar carecía de cámaras y los guardias preferían esperar en las puertas de aquel piso, en las salas donde las pocas enfermeras estaban, y es que como no, tenían miedo, y más a ti, te catalogaban como el más atroz, el más sádico, el más frío, el mas psicópata, pero para mí, oh para mi eres lo más sublime.

Mi nombre es yuuri katsuki, soy psiquiatra, me gradué hace apenas unos meses con el mejor promedio, con honores y a mis 23 años soy ya un psiquiatra admirado, hace poco me entere que a la personas que más eh admirado e idolatrado en secreto por años lo tenían aquí recluido, buscaban un médico que quisiera hacerse cargo de él, pues el ultimo que tuvo ahora esta tres metros bajo tierra, pudriéndose. Vaya que la suerte corría de mi lado, podría conocerte de cerca, y admirar tu belleza exótica, que excitante. Les contare como fue que me enamore de ese ser hermoso. Víctor Nikiforov, el asesino serial más buscado de todo el mundo.

Yo tenía apenas unos 15 años, para ese entonces me entere en las noticias que hombres y mujeres de distintos lados eran mutilados con una frialdad que mata, los cuerpos quedaban irreconocibles y la única huella era la "firma" que dejaba el autor de tan atroz crimen, era alguien a quien llamaban "el zafiro carmín" raro nombre ¿no? Y es que antes de matar a sus víctimas las seducía o raptaba en caso de que estas no aceptaran, les grababa un hermoso copo de nieve en el rostro y le agregaba una hermosa piedra brillante, torturaba a sus víctimas y aún con vida les abría el pecho y estómago, deleitándose con ese interior pegajoso y caliente, sus víctimas aun conscientes de lo que él hacia lloraban desesperadas eh incluso entraban en shock, y cuando menos lo esperaban vertía ácido a la carne y órganos expuestos y con un afilado cuchillo masacraba todo, dejando el cuerpo irreconocible, las piernas las quemaba con ácido y a los brazos los cortaba, sus cortes eran limpios y perfectos, profundos y agonizantes, y al rostro, lo deformaba, lo cortaba, lo golpeaba y cuando saciaba su sed simplemente lo votaba, la policía hallaba los cuerpos siempre cerca de algún callejón. La gente estaba asustada, pero yo no, me empezó a llamar la atención, siempre tenías muchas formas de tortura y nadie jamás sospecho de ti, hasta que sin querer una de tus victimas escapo, claro, esto fue 4 años después, entonces yo ya tenía 19 años, y por poder comprenderte mejor me metí a estudiar psiquiatría. Quería pasar desapercibido y acompañarte en una de tus obras de arte, ser un compañero o más que eso. Que frustración debiste haber sentido, oh mi belleza, eras alguien incomprendido, claro, aun no sabes de mí. Hasta ahora.

Llegue temprano al hospital, el director me pidió ser precavido contigo, que tonto, no sabe lo excitado que me siento al poder conocerte al fin, me explico todos los trastornos que padeces, entre ellos esquizofrenia, psicosis, trastorno de la identidad.... y me menciono muchos más los cuales no escuche... no me interesaba, el no sabía que bajo esa linda mascara se encuentra alguien igual a ti.

Al terminar de explicarme me ofreció acompañarme, que molesto, pero se disimular bien, así que amablemente le dije que yo iría solo para aprenderme el camino, y así me libre de ese molesto anciano, decidí subir por las escaleras, así tendría más tiempo para pensar en qué hacer contigo primero, observe las escaleras, eran viejas, se veía que casi nadie las usaba, carecían de luz, la pintura desgastada y levantada en donde notoriamente había humedad, la poca luz apenas alumbraba, no había ventanas, que lugar tan mediocre, pero así está bien no podrán verte si bajas por aquí.

Subo más y entre más escalones avanzo más me acerco a ti. Al llegar le digo a los guardias que soy tu nuevo doctor, parecen sorprendidos, les pido la llave de tu habitación y uno de ellos se ofrece a acompañarme, el miedo se le nota a kilómetros, pero declinó su amabilidad y le digo que si necesito algo se lo hare saber, parecen admirados con mi valentía. Ha... Que tontos, es emoción y excitación, ellos te temen, no deberían, tú eres algo sublime.

Salgo de aquella sala y antes de cerrar esa puerta de madera color caoba que me separa de ese pasillo a donde me lleva tu habitación le digo al guardia que entre dos y tres horas tardaré así que espero no me interrumpan, y salgo por fin a tu encuentro, que emocionante, camino por ese largo pasillo, habitación tras habitación, logro escuchar gritos de las otras habitaciones, algunos susurros carentes de sentido; pobres estúpidos. Solo están gastando el aire, pudriéndose en un lugar del que jamás de irán.

Antes de llegar a la habitación indicada peino cuidadosamente mis cabellos hacia atrás, aplico un poco de bálsamo en mis labios y acomodo bien mi ropa, quiero que me veas lindo, llego a tu puerta y la abro lentamente, el aire que está en tu habitación inunda mis fosas nasales, desinfectantes, medicamentos, y una fragancia a maderas y pinos, que delicia, me adentro en la habitación y todo está en penumbras, a excepción de un pequeño traga luz que es lo único que me permite ver en aquel lugar, y ahí, en una esquina totalmente oscura tus ojos fríos, penetrantes, esos ojos que reflejan tu locura me observan detenidamente. Cuando entro a tu habitación te mueves lentamente hacia adelante y un destello de tu hermoso cabello platinado me da señal de que tienes curiosidad hacia a mí, me adentro y poco a poco me quito la bata, y dejó al descubierto mi provocador atuendo, me lo puse especialmente para ti, por eso traía la bata totalmente cerrada, no quiero que esto sea tan formal, así que me acerco a ti que ya estas más cerca y puedo verte mejor, tus hermosos ojos azules, tan y profundos que un escalofrío recorre mi cuerpo, debajo de ellos los adorna unas ojeras rojizas, demostrando así tu falta de cordura, tu pálida piel, tan blanca como la más fina porcelana, tus labios rojizos, esa aura de oscuridad y locura que te rodea hace que me estremezca de tan sublime vista, y sin quererlo un sonrojo adorna mis mejillas, que excitación siento al verte de cerca por primera vez, me acerco más a ti y te sonrió.

-- Soy tunuevo psiquiatra, soy yuuri katsuki, es un verdadero placer conocerte al fin...Víctor- sonrió y me acerco más a ti, tal vez estas desconcertado porque aúnno me contestas, tus ojos parecen tomar un brillo distinto, me voy adivertir contigo, mi amado psicópata.















psicópata carmín [Victuuri] +13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora