capitulo 5

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¡Más! ¡Dame más!

-No. Tu no estas para darme ordenes, doctor. Te enseñare quien será tu amo.

El agarre se hizo más fuerte, la piel bajo el agarre comenzaba a adormecerse y ponerse roja dándole un aspecto más lastimero y excitante a los ojos de viktor.  

Sus jadeos eran apenas oídos, tenían que ser lo más silenciosos posible. Pero al estar sometido de esa forma con su próstata siendo golpeada por la polla de su ahora amante era imposible para el. 

Sus gemidos eran apenas contenidos por los labios del albino, muriendo ahogados entre la lucha de lenguas. Su cabello era jalado hacia atrás con una de sus manos del mayor para darle más acceso a su boca  y con la otra sostenía su cadera. 

Su polla entraba y salía duramente de su interior, el dolor y el placer eran delirantes, necesitando cada vez más de aquella vigorosa sensación. 

Viktor sujeto fuertemente la cadera de yuuri, dejando la marca de sus dedos marcadas. Abrió más las delgadas piernas y sosteniendo las manos del menor detrás de su espalda comenzó otra ronda de embestidas directo a su próstata, si bien el agarre a sus manos era algo duro la posición era más placentera, llevándolo al borde del éxtasis. 

Nuevas marcas aparecieron a lo largo de su cuello y espalda. Dándole a sus ojos un nuevo deleite. Uno que no se había detenido a observar en su vida. La lechosa piel perlada en sudor marcada con el propósito de dar a entender que yuuri ahora era suyo. Su propiedad. 

-¿Quien es tu dueño ahora? ¿A quién perteneces...Yuuri? 

La  ronca voz masculina detonaba excitación en cada palabra. Yuuri casi casi podía saborear cada letra dicha por el peliplata, todo de él era su  perdición ahora. 

Sin salir de él  puso su rostro contra la pared, sus manos fueron liberadas y las coloco por inercia contra la pared para sostenerse, mientras sus piernas eran flexionadas hasta la altura de su pecho las embestidas eran más fuertes y profundas, sorprendiendo al pelinegro al sentir el falo mas adentro de sus entrañas. 

Poco importaba el protocolo de médico-paciente y las reglas. Todo se había ido al infierno en el momento en el que pisó la celda de su ídolo. Sabía que se sometería a su merced en el momento en que lo viera. Y no le importaba. No sí lo tenía para siempre. 

Así tuviera que deshacerse de quien se interpusiera en su camino, un amor enfermizo brotaba desde lo más profundo de él, pero necesitaba tenerlo a su lado, sacarlo de aquel putrefacto lugar. Le pesara a quien le pesara Viktor Nikiforov saldría con él de ese asqueroso lugar. 

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Sus agitadas respiraciones solo se escuchaban por el momento, los fluidos de semen escurría de su ano y abdomen, parte del pecho de viktor estaba manchado con su blanquecina y pegajosa esencia. si tan solo hubiera podido estar antes con viktor hubiera tenido el placer de hacer ese tipo de  cosas desde antes. 

-Necesito que me ayudes a avanzar, viktor, tengo unas formas de escape para tí, está claro que tendré que llevarte a mi casa, solía ser un viejo osen pero quebró. Mis padres ya fallecieron así que espero estés de acuerdo con esto…

Los océanos de viktor lo observaban detenidamente, como si quisiera leer alguna otra intención en el deje de sus palabras. Analizandolas detenidamente. 

-¿Porque me ayudas? 

Solo fueron tres palabras en formas de pregunta. Pero movieron algo dentro de él. ¿porque lo ayudaba? pensó que había sido muy claro anteriormente. 

-Definitivamente ya lo había mencionado antes, viktor. Pero creo que aún no has entendido. 

Se colocó boca abajo en la mullida cama, gateando seductoramente hacia el otro extremo donde viktor se encontraba sentado, analizando cada una de sus acciones. 

Sus movimientos eran agraciados y lentos, con esa pequeña sonrisa seductora adornando su joven y agraciado rostro, sus ojos cobrizos dejaban ver un destello de diversión, como si quien estaba frente a él fuera una jugosa presa. 

-Creo. Que tendré que repetírtelo… 

Si bien su voz ya era agradable, el tono aterciopelado y seductor que usaba podía poner en un estado de nerviosismo a cualquier persona en su sano juicio. Pero no a viktor, el tenia todo menos un juicio sano. Y en lugar de hacerlo sentir nervioso se sentía excitado y emocionado, como si la respuesta que le fuera a ser dada era justo lo que deseaba escuchar. Sabiendo que la diversión podía continuar para él, y no solo ahí dentro de esas cuatro paredes. 

-Entonces adelante, Yuuri. Dime esos motivos. 

Una seductora y burlona risa adorno el pálido rostro de viktor, dándole un escalofrío de excitación a yuuri. Quien terminó de gatear hasta quedar frente a frente, con un movimiento suave se sentó a horcajadas sobre el regazo del albino. Quien no dudó en rodear su cintura con su brazo y pegarlo más a él. 

-Porque tu estas destinado a ser solamente mío. Porque si vas a divertirte estare incluido en todas y cada una de tus cacerias.

Conforme más hablaba más se acercaba a uno de los oídos de viktor, para susurrar. 

-Porque Tu eres mío, yo te pertenezco, y mataré a quien se atreva a interponerse, porque tu, Viktor nikiforov tiene en su posesión a alguien incluso más peligros que el. Y porque me excito con solo verte. 

Seguido de una leve mordedura en el lóbulo de su oído viktor sujeto firmemente a yuuri y lo separó para poder admirar fijamente aquellos ojos cobrizos que lo veían con diversión y deseo. 

-Que halago doctor, pero creo que te equivocas en una cosa. Si eres de mi propiedad no estás en condiciones de exigirme y mandarme. Aprenderás quien es tu amo y serás obediente. Haré que pidas piedad y clemencia a gritos mientras te follo duramente sobre el cadáver de mis presas. Y tu, preciosa joya, permanecerás bajo mis garras el resto de tu existencia…

Decir que estaba duro era poco, una sonrisa maliciosa volvió a adornar su rostro, sus piernas se sujetaron firmemente a las caderas del ojiazul, ese hombre era su petición. 

-puedes repetirlo mientras me follas hasta dejarme estúpido y partido en dos… amo que seas así de dominante, me excito.

Susurro en el oído de viktor, quien le respondió con un demandante y húmedo beso. 

Ninguno de los dos se dio cuenta de la mirada enfadada a través de la rejilla el director del hospital había oído una pequeña parte. 

Si el no podía tener a Yuuri nadie más lo haría. En especial Nikiforov. El ser que más  repudiaba.
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Well well well :v estoi vivaaa

A partir de este capítulo veremos a yuuri molesto. Adivinen quien será su primer objetivo?

Nos leemos pronto. (Ahora sí)
No olviden su etrellita, si ven algún error haganmelo saber.

Igual intentaré tener los capítulos listos, mi salud no esta en las mejores y por la cuartentena no es posible estar en el hospital. Ademas de que aquí no alcanzamos a contratar Internet y pues solo actualizo por mis datos moviles. Así que estaré intentando actualizarles lo mas rápido que se pueda. 

-Mila- ❤


psicópata carmín [Victuuri] +13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora