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En el colegio.

Nino veía con espanto como ésa roba amigos y su mejor amigo, tenían bufandas puestas, aún cuando el frío no empezaba por completo.

"El otro día, luego de lo de la heladería ¿qué hicieron?"

El moreno gruño molestó y se puso a imaginar sus cosas.

Imaginación de Nino

Adrien estaba en su habitación, mirando una foto de él con su mejor amigo del alma y suspiro profundo, antes de abrazar la foto.

-Nino, hermano mío, ¿qué estarás haciendo ahora mismo? ¿qué cosa grandiosa debés estar haciendo?

Preguntó el rubio con alegría por tener a un amigo tan bueno, pero... por culpa de Marinette, lo tuvo que dejar.

-¿Qué cosa más horrible hice? Debo ir a suplicar su perdón.

Adrien dejó la foto en su santuario de recuerdos de la amistad y se volteó para ir a buscar a su mejor amigo, pero ella, la destructora de amistades, estaba viéndolo, ocultando sus brazos detrás de su espalda, mostrando su inocente sonrisa.

-¿Adónde iremos?

Preguntó la pequeña azabache, mientras el chico retrocedía asustado, hasta quedar contra la pared.

-D-debo ir a pedirle perdón a Ni...

Con su mano derecha, Marinette golpeó la pared, haciendo que Adrien se calle.

-Lo siento, Adrien, pero no puedes, yo soy tu novia y haces lo que yo digo, ¿te quedó claro?

Preguntó, mientras se paraba de puntillas de pies, intimidando al pobre e indefenso chico.

Sabía que debía preguntarle a su amigo Nino sí debía empezar ésa relación con Marinette, pero no lo hizo por estar emocionado.

-P-pero Nino es mi mejor amigo, mi hermano del alm...a.

El ojiverde se deslizó por la pared, muerto de miedo, ganandole Marinette de altura, hasta que al final, se sentó en el suelo.

La chica se sentó sobre él y le sonrió mientras apoyaba las manos en los hombros de su asustado novio.

-Eres mío, que no se te olvide.

Tras decir éso, le dio un beso en los labios, haciendo que Adrien pierda sus fuerzas.

Un beso, la manera en que Marinette controlaba a Adrien.

-P-pero Nino...

Susurró el chico, intentando resistir a los labios femeninos.

La peliazul sonrió con malicia y negó con la cabeza.

-Veo que no entiendes ¿verdad?
Creó que no me queda de otra que darte un castigo por no hacerme casó.
Recuerdalo, es por tu propio bien.

Y con decir éso, la chica acercó sus labios rosados al cuello de Adrien, quien sólo cerraba los ojos, pensando en:

"Nino, lo siento, hermano, volvi a perder."

Fuera de la loca imaginación de Nino

El moreno asintió con el ceño fruncido mientras mordia un lápiz.

Seguro éso fue lo que pasó y Marinette sólo usaba una bufanda para que crean que el "castigo" fue algo mutuo.

¡Pero ella no contaba con que él es más inteligente que ella!

Con rapidez, acercó su mano al cuello de Adrien, agarró la bufanda y se la quitó de un tirón, para revelar... nada.

-Hermano, ¿qué te pasa?- preguntó el rubio, recuperando su bufanda, oyendose su voz rara.

El de anteojos parpadeo y entre cerró sus ojos.

-¿Por qué están usando bufandas?

Se atrevió a preguntar.

Marinette y Adrien se miraron entre sí, recordando que ayer estuvieron horas en un karaoke que se inauguró hace unos días y... ahora les dolía la garganta.

Pero Alya les prohibió que le hablen de ése karaoke a Nino, así que sólo quedaba una opción.

-Nos pasamos de canciones en el karaoke que Alya dijo que no te dijéramos que existe.

Ir con honestidad.

Marinette fruncio el ceño y le golpeó levemente el brazo a su novio por no saber inventar una escusa creíble, mientras Nino volteaba a ver a Alya, su novia, quien veía a Adrien con sed de venganza.

¡Después de clases irían a dicho karaoke!

Continuará...

En el medioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora